El tema de la violencia en nuestra entidad se ha convertido en pesado lastre que la sociedad carga diariamente, lo cual ha generado un ambiente cargado de tensión y miedo en la que los habitantes de Zacatecas enfrentan una realidad desoladora. Ahora una nueva plaga delictiva se cierne sobre los ciudadanos, el notable incremento de los secuestros se suma a la lista de preocupaciones que socavan la frágil seguridad en el estado.
A pesar de que a diario se ponen de manifiesto los esfuerzos anunciados de las llamadas ‘mesas de la paz’, que, dicho sea de paso, han demostrado una notable inutilidad en la contención de la violencia, es indudable que esta situación agobia sobremanera a la población, que ve cómo la prometida tranquilidad se aleja cada vez más, dejando en su lugar un sentimiento de desamparo e incertidumbre. Mientras los integrantes de la mesa estatal de construcción de la paz y seguridad sesionan todas las mañanas, eso dicen, a fin de evaluar la estrategia de seguridad, que sin llegar a la calumnia es absolutamente inservible.
Es así como nos informan que los homicidios ya bajaron en el Estado y principalmente en el municipio de Fresnillo, desde luego según sus datos, lo real es que la percepción de inseguridad y los magros resultados de este gobierno en materia de seguridad, brillan por su ausencia.
Pero tampoco informan del sustancial crecimiento de las desapariciones forzosas, el secuestro ha mostrado en el primer trimestre del año un crecimiento verdaderamente alarmante. En lo que va del año, un total de 77 secuestros es el registro oficial, claro está que la cifra real es infinitamente superior si tomamos en cuenta la cultura de la no denuncia y el temor de los familiares de los secuestrados que tienen por hacer la denuncia correspondiente ante las autoridades.
Ahora bien, de este total de casos, aproximadamente el 50% se han realizado en Fresnillo, sí señores de la mesa, le sigue en orden de importancia Calera, Guadalupe y Jerez. Es verdaderamente lamentable el papel de las instituciones de seguridad en el Estado, tal vez no se han dado cuenta o no quieren ver esta espantosa realidad, pues el secuestro es uno de los actos más crueles que puede vivir la familia del ser secuestrado a causa de la incertidumbre tan terrible que alcanza no sólo la familia, sino también a su entorno.
Mientras las redes sociales se atascan de información que da cuenta del lamentable estado que guarda todo el sistema carretero en el estado aumentando, con esto el riesgo de por sí alto para quien las transita, la nueva gobernanza continúa avanzando sin pena ni gloria en el entramado burocrático que les permita avanzar en su proyecto de construcción del Segundo Piso, no obstante que a diario académicos, políticos, usuarios y ciudadanos le han señalado al titular del Ejecutivo, en todos los tonos imaginables que esa obra no es de ninguna manera prioritaria, como sí lo es la seguridad y las carreteras, por citar únicamente dos de los graves problemas que existen en la agenda pública del estado y que parece extraño que no sigan el ejemplo de su maestro y guía para así someter a consideración del pueblo sabio a una consulta pública la realización de dicha obra.