Ahora sí, como dice la canción: “con el apagón, ¿qué cosas suceden?”
No es broma. Lo que en México vivimos debido a las fallas del sistema eléctrico nacional, que provocaron apagones en 21 entidades, es un verdadero desastre.
Por segunda semana consecutiva, el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) decretó estado operativo de alerta. La primera declaratoria se emitió el 8 de mayo y, desde entonces, los apagones no cesan, con las negativas consecuencias que vivimos en las entidades afectadas, entre ellas Zacatecas.
Desde la Cámara de Diputados, la Alianza Legislativa opositora advertimos de los estragos que las malas decisiones políticas de la transformación de cuarta traerían a corto y largo plazo para México, como lo fue en su momento la propuesta presidencialista de la Reforma Eléctrica de Andrés Manuel López Obrador.
Especialmente las y los legisladores panistas fuimos enfáticos en nuestro posicionamiento de rechazar la iniciativa.
Gracias a la unidad de la oposición logramos detener esa dañina Reforma Eléctrica, que buscaba excluir del sector a la inversión privada y convertir a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en un monopolio, dirigido por el “cuate” corrupto, Manuel Bartlett.
El vengativo Presidente López Obrador tomó represalias hacia las y los Diputados Federales que rechazamos su Reforma Eléctrica. A través de Morena presentó una denuncia ante la PGR por “traición a la Patria” y orquestó una campaña publicitaria para llamarnos “traidores a la Patria”.
Y lo más grave –por lo que hoy tenemos estos lamentables apagones–, en actitud impositiva le apostó a fortalecer el monopolio de la CFE; detuvo la inversión gubernamental y puso trabas a la privada; no fortaleció las áreas de la generación y transmisión eléctrica; y paralizó la generación de energías limpias.
A la oposición, hoy el tiempo nos da la razón.
Expertos aseguran que los apagones no son producto de la mayor demanda, sino por falta de inversión en la red para tener la capacidad de generar más energía eléctrica, pues actualmente la producción es inferior al 6% del requerido en los picos más altos; por ello, la CFE no puede cubrir y para evitar daños en el equipo el gobierno federal debe programar apagones eléctricos.
Debido a que no hubo inversión, para el corto plazo se avecina un período todavía más crítico para el sistema eléctrico nacional, que superará por mucho los daños actuales.
¿Qué cosas suceden con el apagón? Falta de energía para el desarrollo de actividades básicas en decenas de ciudades; daños a equipos de los organismos estatales operadores de la red de suministro de agua; desabasto del líquido a millones de personas; afectación en aparatos médicos y riesgo de muerte de pacientes; pérdidas en el sector económico, agrícola e industrial; y la consecuente inseguridad, atracos y violación de mujeres que podrían darse bajo el amparo de la oscuridad, entre otros.
Desde el PAN y como Representante Popular exigimos al Gobierno Federal tomar las medidas necesarias para evitar los “Apagones del Bienestar”, mediante el incremento y aplicación en lo inmediato de los presupuestos necesarios para garantizar la generación, suministro y distribución de energía eléctrica suficiente para atender la demanda de la población y garantizar así la calidad de vida de las y los mexicanos.