Apenas hace unos días se celebró el Dia de la Libertad de Expresión, desafortunadamente en nuestro país no podemos festejar nada si el responsable de la conducción del país se comporta como un verdadero tirano. No podemos festejar nada con el ejemplo del autoritarismo del mesías tropical, que a diario en su Mañanera se dedica a denostar a los periodistas que no comparten sus ocurrencias, sus mentiras, su política de abrazos y no balazos, su populismo ramplón y un largo etcétera.
En el plano estatal, aquí en Zacatecas, el más inteligente de los Monreal, por supuesto que nos referimos a David Monreal, ha hecho de sus primeros tres años un desastre administrativo de proporciones astronómicas, y su argumento más sólido es culpar de su pésima administración a los medios y compañeros periodistas quienes de ninguna manera celebran sus torpezas, pero el gobernador los hace culpables de la percepción de inseguridad que se vive en el estado, como si los muertos y desaparecidos fueran ficción.
A mi modo de ver, en nuestro ideario político consideramos que se debe respetar y valorar una profesión como lo es la de comunicar, es imprescindible en un Estado que se precie de ser democrático, y tan necesaria para una sociedad que gracias a la información avanza en la ruta de ser más demandante de información objetiva y crítica con el actuar de los actores de la sociedad.
El 7 de junio es una fecha que nos conduce a reflexionar sobre los derechos fundamentales de los seres humanos: la libertad de expresión. Esta jornada busca recordar la importancia de este derecho, que permite a las personas expresar sus opiniones y pensamientos sin temor a represalias o censura a disentir, pero sobre todo a defender el ejercicio de informar.
La libertad de expresión es esencial para el funcionamiento de una sociedad democrática y justa, es un pilar fundamental que garantiza la transparencia, la rendición de cuentas y la participación ciudadana en los asuntos públicos. Permite que las ideas fluyan libremente, fomenta el debate y la discusión, y contribuye al progreso social y cultural.
Sin embargo, la libertad de expresión no es absoluta y debe ejercerse con responsabilidad. Estamos conscientes de que está sujeta a ciertas limitaciones necesarias para proteger otros derechos y valores, como la reputación de las personas, la seguridad nacional y el orden público. Es importante encontrar un equilibrio entre la libertad de expresar ideas y opiniones y la protección de los derechos de los demás.
En muchos lugares del mundo, la libertad de expresión sigue siendo amenazada, los periodistas, activistas y ciudadanos comunes enfrentan censura, intimidación e incluso violencia por expresar sus opiniones. En este contexto, coincido plenamente que con motivo de esta conmemoración del Día de la Libertad de Expresión también es pertinente solidarizarse con aquellos que luchan por mantener y defender este derecho fundamental.
La conmemoración de este día invita a la reflexión sobre la importancia de la libertad de expresión en nuestras vidas cotidianas. Nos recuerda que todos tenemos el derecho y la responsabilidad de expresarnos libremente y respetar el derecho de los demás a hacer lo mismo. También nos llama a la acción para proteger y promover este derecho en todo el mundo, asegurando que las voces de todos puedan ser escuchadas y respetadas.
En conclusión, deseo manifestar que el Día de la Libertad de Expresión es una oportunidad para celebrar el derecho a la libre expresión, reconocer su valor en la construcción de sociedades libres y democráticas, y reafirmar nuestro compromiso de defenderlo contra cualquier amenaza. Es un recordatorio de que la libertad de expresión es un derecho que todos debemos apreciar, proteger y promover, para el bienestar de las generaciones presentes y futuras.