A 10 días de la jornada electoral, las calles se encuentran con basura electoral generando un reto ambiental y logístico, donde se genera un gran volumen de residuos.
Se estima que durante las campañas electorales en la Ciudad de México, se generaron entre 25 mil y 30 mil toneladas de residuos producto de lonas, carteles, posters, folletos, así como otros materiales utilizados para promocionar a los candidatos. Esta cantidad pone de manifiesto el impacto ambiental de las campañas políticas y la necesidad de implementar medidas para reducir su huella ecológica.
Se conoce que en la CDMX cada poste tiene como 10 carteles, ahora si se contabiliza el número de postes por calle y colonia, nos da una cifra muy importante, por lo que es importante reflexionar sobre la responsabilidad colectiva de cuidar el medio ambiente. Es necesario que los partidos políticos, las autoridades y la ciudadanía en general trabajemos en conjunto para reducir la generación de residuos durante las campañas electorales y promover prácticas más sostenibles.
¿Quién es el responsable de la limpieza? Las leyes dicen que la retirada y limpieza de la propaganda electoral es responsabilidad del gobierno y las alcaldías. La tarea de retirar y reciclar la vasta cantidad de basura electoral representan un reto logístico y ambiental. Las autoridades deberán implementar estrategias eficientes para la recolección, transporte y procedimiento adecuado de estos materiales, asegurando su correcta disposición final en centros de reciclaje.
Existen algunos ejemplos de qué hacer con el exceso de lonas con propaganda política del proceso electoral. Este esfuerzo es transformar una lona de un candidato en una linda bolsa, la cual es cortada, intervenida, cosida y adaptada para ser una bolsa de mandado. Estas tienen un toque moderno, atractivo y novedoso, aprovechando todo tipo de lona.
Esta moda de hacer bolsas de las lonas está basada en el upcycling, que es generar una prenda nueva a partir del reuso y descarte de otra. La palabra surge de los vocablos upgrade (mejorar) y recycle (reciclar). Se ha usado desde 1994 en círculos ambientalistas y con el paso del tiempo ha ganado un lugar como movimiento en la moda que critica a esa misma industria, reconocida como una de las más contaminantes del planeta y la que más toneladas de residuos produce anualmente.
Sin embargo, estas no fueron las razones por las que llegó a las pasarelas más importantes del mundo de la moda en la primavera de 2021, en las que importantes firmas de la industria como Balenciaga, Marni, Coach o Miu Miu, presumieron propuestas hechas con material reciclado. Más allá de un llamado ecológico, fueron las restricciones impuestas por la pandemia las que las llevaron a recurrir a materiales que ya tenían a la mano.
Los institutos políticos buscan soluciones ecológicas para la impresión de su propaganda electoral, tratando de apegarse a las nuevas reglas del INE y buscando el precio más accesible. Con base en los puntos estipulados en la nueva disposición del INE, los partidos se encuentran en la búsqueda de plástico más conveniente para su propaganda política.
El reglamento señala el uso de termoplásticos, cuya principal característica es ser reciclables, sin embargo, no determina que estos plásticos deban ser biodegradables. Generalmente, los términos reciclable y biodegrable suelen confundirse.
Un producto es reciclable cuando tiene la capacidad de ser reprocesado para su reutilización, para tal efecto, se requiere de la intervención humana, ya que la naturaleza no puede descomponer los productos reciclables por sí mismos, lo que provoca que sus desechos permanezcan en el ambiente durante muchos años.
En los productos biodegradables, los microorganismos, como bacterias, hongos y algas, se encargan de separar sus componentes, los cuales son incorporados al suelo para enriquecerlo.
Existe la opción de lonas ecológicas, como la empresa Ultraflex, comprometida con los productos ecológicos desde hace tiempo y cuenta con varias opciones de lonas reciclables.
Otra opción sería no generar lonas en las campañas electorales, quizás sería bueno proponer que todas las campañas se realizaran sólo por medios electrónicos.