El déficit democrático en Zacatecas ha sido expuesto de manera alarmante tras la controvertida decisión de la presidenta del Tribunal Electoral de Zacatecas (TRIJEZ), Gloria Esparza Rodarte, de anular la elección en la capital del estado. Esta decisión se basó en una interpretación sesgada de supuestos actos anticipados de campaña por parte del candidato ganador, Miguel Varela.
La resolución de la magistrada Esparza Rodarte, bajo su juicio miope, determinó que las argumentaciones presentadas eran suficientes para invalidar el legítimo triunfo de Varela, ignorando flagrantes irregularidades cometidas por el partido opositor, MORENA.
La miopía de la presidenta del TRIJEZ es evidente, pues parece vivir en una realidad alterna donde no se observan las acciones cínicas de los servidores de la nación. Estos servidores no solo hicieron proselitismo descarado, sino que trabajadores del Ayuntamiento, aparte de hacer proselitismo de manera indebida, también se daban a la tarea de intimidar a los ciudadanos que apoyaban a la coalición Fuerza y Corazón por Zacatecas.
En un caso extremo, un trabajador del ayuntamiento agredió físicamente a un joven que repartía propaganda para Miguel Varela. Estas circunstancias, por alguna razón, no fueron consideradas por la magistrada.
Es inevitable preguntarse si estas omisiones se deben a una falta de conocimiento o a otras motivaciones más oscuras. La magistrada Esparza Rodarte no tomó en cuenta las violaciones descaradas de los tiempos electorales por parte de MORENA, quienes comenzaron su campaña antes del inicio oficial del proceso electoral, despilfarrando recursos y realizando innumerables pintas bajo el falso pretexto de ser un proceso interno. Estas acciones nunca en la historia de nuestro país se habían registrado de manera tan grotesca, violando extraordinariamente las normas electorales.
La frágil democracia en Zacatecas ha sido mancillada por el autoritarismo y la complicidad de quienes están encargados de vigilar el cumplimiento de las reglas electorales. Este actuar retrógrada de magistrados como el de la señora Gloria Esparza Rodarte representa un grave retroceso para el sistema democrático en el estado.
La legitimidad de las elecciones ha sido socavada, dejando a los ciudadanos con una profunda desconfianza en las instituciones que deberían proteger sus derechos y garantizar un proceso electoral justo y transparente.
Es importante señalar que el candidato ganador Miguel Varela le es en extremo incómodo a la nueva gobernanza, toda vez que el exlegislador se ha caracterizado por denunciar todas las tropelías y el enriquecimiento inexplicable de Jorge Miranda, y también se ha manifestado públicamente su oposición a la construcción del segundo piso, por considerar que se trata de una obra que por el momento no es urgente y que además se sabe que se ha presupuestado a un sobreprecio.
Hoy el panismo está en pie de lucha, al igual que los partidos aliados y todas las mujeres y hombres libres estamos interesados en que se respete la voluntad popular. En virtud de lo anterior, y con todo respeto, hago un llamado a la unidad para que como un solo ciudadano salgamos a defendamos el triunfo de la mayoría que apoyo en las urnas a la planilla encabezada por Miguel Varela.