Los comicios electorales del 2 de junio dejaron al descubierto vicios, irregularidades, corrupción y debilidades del sistema electoral que creíamos ya erradicados. Sin embargo, en la elección más grande de la historia de México resurgieron y con mayor intensidad.
Igual que antaño y con métodos bien estructurados, el partido en el poder y el gobierno federal direccionaron el voto a favor de la candidata oficialista mediante una elección de Estado.
Las amenazas y presión ejercida desde los Poderes Ejecutivo y Legislativo de parte de MORENA y sus aliados logró hacer mella en algunas y algunos integrantes de los órganos electorales, que con actuaciones laxas permitieron la violación reiterada de la ley.
Como ejemplo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador no canceló las conferencias Mañaneras, desde las cuales presumió logros de gobierno, promovió a las “cocholatas” y descalificó a la oposición; además hubo uso electorero de programas sociales y burocracia.
Ante las irregularidades interpusimos alrededor de 50 denuncias a tiempo, pero la elección de Estado no se detuvo. A la mala MORENA ganó la mayoría; y lo que perdió se lo quiere llevar también a la mala.
Así sucede en las alcaldías Cuauhtémoc, de la Ciudad de México; y la capital zacatecana, donde el voto popular se decantó por el cambio de rumbo propuesto por la coalición Fuerza y Corazón por México, integrada por el PAN, PRD y PRI.
No obstante, el oficialismo no acepta la derrota y en ambos casos impugnó los resultados en organismos electorales que debieran ser objetivos e imparciales y que lamentablemente ya emitieron decisiones tendenciosas.
En mi tierra, el Tribunal de Justicia Electoral del Estado de Zacatecas anuló la elección en la que mi compañero panista Miguel Varela, hoy edil electo de la capital, le ganó a Jorge Miranda, que pretendía la reelección.
Con argumentos débiles y extemporáneos, con empate de dos a dos y con el voto de calidad de la presidenta del TRIJEZ, Gloria Esparza, cercana al Gobernador David Monreal, tratan de revertir el triunfo. Lamentable cuando ciudadanas y ciudadanos valientes de Zacatecas ya diccieron.
Esa misma artimaña el oficialismo la aplica en la alcaldía Cuauhtémoc, donde Alessandra Rojo derrotó a la morenista Catalina Monreal. Por cierto, sobrina del Gobernador de Zacatecas. Igual que en el caso anterior, MORENA impugnó los resultados y el Tribunal Electoral de la Ciudad de México (TECDMX), también afín o pareciera afín al oficialismo, determinó el recuento total de votos.
Afortunadamente, la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revirtió la decisión arbitraria y con tintes políticos, bajo la justificación de que el TECDMX no fundamentó adecuadamente su veredicto y le dio de plazo hasta el próximo viernes para que presente una nueva propuesta. Confio en que siguan sin elementos.
Desde aquí hago un llamado a los órganos electorales cuya confiabilidad es cuestionada por la relación de algunos de sus miembros con el oficialismo. No podemos permitir un actuar parcial de instituciones que deben ser imparciales para hacer respetar la voluntad popular, garantizar la democracia y fortalecer el sistema electoral mexicano.
En el Partido Acción Nacional (PAN) confiamos en que los órganos electorales estarán a la altura de las circunstancias y corregirán la plana a quienes actúen parcialmente. Por ello, agotaremos todas las instancias para defender los triunfos de la oposición en Zacatecas capital y la alcaldía Cuauhtémoc, porque la democracia es nuestra vocación.