Cada mujer en su lucha

Conozco a Benita desde hace poco menos de dos años, ella entró a apoyarnos en la limpieza de la casa cuando yo estaba chambeando en el IEEZ, cuando me corrieron sufrí más por ella que por mí, luego dejé de sufrir porque ella al igual que yo es igual de chambeadora, si no es que más; su risa es la cosa más escandalosa que puede existir, aunque creo que por unos días estará un poco apagada porque el sábado murió su abuelita, esa a quien ella ha llamado mamá.

La muerte de su abuelita ocurrió quizá unos minutos antes que la muerte de Ifigenia Martínez, la presidenta de Mesa Directiva de la Cámara de Diputados que hace unos días entregó la banda presidencial a Claudia Sheinbaum.

Ayer tuve que hacer unas cosas por la tarde-noche, nunca ocurre pero descuidé mi celular, y por respeto a los asistentes de una reunión en la que me encontraba puse mi celu en silencioso, salí de la reunión y emprendí camino a casa; llegué un poco tarde y contrario a mis costumbres no chequé los mensajes, no vi noticias, no vi series y me preocupé por un ligero malestar que tenía Ángela y una infinita necesidad mía de tomar una chela.

Dormimos, desperté temprano y lo primero que hice fue revisar los mensajes, ahí estaba el mensaje de Benita anunciando la muerte de su mamita, no supe qué decir, son de esas cosas que una nunca sabe porque lo único que pasa por nuestras cabezas es decir, “pobrecita, ya no tiene a su mamita” y a la vez agradecer al universo y a Dios que nosotros aún la tenemos.

Luego de leer su mensaje pedí a Dios por consuelo para Benita e inmediatamente después comencé a checar noticias…

Ahí estaba el anuncio de otra muerte, la de Ifigenia Martínez, recordé su mensaje el día de la entrega de la banda a la Presidenta, cuando dijo que ese era un momento que representaba un antes y un después en la historia.

Ifigenia fue la primera mexicana en recibir un título de sabe qué en sabe dónde, la mamita de Benita quería mucho a sus hijos; Ifigenia puso la banda presidencial a Claudia, la mamita de Benita cuidó a su hijo enfermo; Ifigenia era la Presidenta de la Mesa directiva del Congreso de la Unión, la mamá de Benita fue la presidenta de su casa y luchó por cuidar, criar y proteger a su familia, se quitó la comida de la boca por alguien más, trabajó de sol a sol, fue un ejemplo para su hijos, su comunidad y sus vecinos; creo que todo eso es y fue la mamá de Benita, yo no la conocí pero creo que la inmensa mayoría de las mujeres somos eso: pilares, cimientos, ejemplo, lucha, alimento, amor, justicia, alegría, llanto y sobre todas las cosas somos inteligencia, resiliencia y fuerza.

Este sábado murieron dos mujeres importantes para el país porque creo que todas las mujeres lo somos; las que seguimos vivas, las que ya trascendieron, las que tienen un camino por andar y que en ese andar dejarán una huella que podrá orientar a las que vienen tras ellas; somos importantes las que hablamos y mucho más importantes aquellas que hablan por las que les han arrebatado la voz.

Este sábado supe que murieron dos mujeres importantes, pero pudieron haber sido más y también quiero creer que este sábado nació otra mujer que en el futuro será el ejemplo de su familia y al mismo tiempo de una nación.

Descansen en Paz doña Belén y doña Ifigenia que su camino de regreso a la casa de Dios esté iluminado por el amor y la admiración de quienes nos quedamos acá.