La inteligencia artificial está impulsando importantes avances en todo tipo de ámbitos y sectores, desde la economía, fabricación, distribución… y la sustentabilidad y protección al medio ambiente no es una excepción. Nuestra realidad, que incluye campos como la gestión de energía, conservación de la biodiversidad y los océanos, el desperdicio alimenticio, o el monitoreo y prevención de los desastres meteorológicos e incendios forestales, pueden ser detectados a través de una alerta temprana generada por esta herramienta.
La inteligencia artificial imita la forma en la que los seres humanos aprenden. Para ello, utiliza diferentes algoritmos que fueron diseñados anteriormente para ejecutar máquinas con las mismas capacidades que el ser humano para aprender por sí mismas. El reto es sumarla a las estrategias de protección del medio ambiente y sobre todo fomentar un crecimiento económico que no comprometa los recursos naturales del futuro.
Las soluciones basadas en la IA nos ayudan a fabricar de manera más eficiente, utilizar los recursos de forma más racional o reducir y gestionar mejor los residuos que generamos. También se encuentra relacionada con la agenda 2030, pues un estudio publicado en 2020 señala que la IA puede facilitar el cumplimiento de cerca del 80% de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aunado al impulso a la economía circular, el desarrollo de las ciudades inteligentes o la mejora de la movilidad urbana y la reducción del impacto ambiental.
La inteligencia Artificial puede ser una aliada, ya que el planeta parece cada vez más exhausto. Investigadores de todo el mundo utilizan tecnología para el cuidado del medio ambiente.
Existen cuatro tipos de IA:
- Maquinas reactivas. Sistemas IA puros sin capacidad para formar recuerdos o emplear experiencias pasadas en la toma de decisión actual.
- Sistemas con memoria limitada. Son capaces de recordar movimientos pasados.
- Maquinas diseñadas a partir de la teoría de la mente. Implican la comprensión y son capaces de tener pensamientos e incluso emociones a partir de un patrón conductual.
- Sistemas con autoconciencia. Pueden conocer los estados internos y comprender las emociones de los demás.
Entonces una de las aplicaciones que han cobrado gran protagonismo es su uso para extinción de incendios. Estos desastres naturales devoran cada año grandes extensiones y toda la biodiversidad que hay en ellas. La detección oportuna de los incendios, al calcular las posibilidades de que se presenten, reduce el tiempo de reacción.
Empresas como IBM ya han diseñado este tipo de herramientas que funcionan con un conjunto de cámaras HD y ordenadores para monitorear el espacio a proteger, ademas de calcular la velocidad y dirección de las llamas, proporcionando una información muy valiosa y detallada para bomberos y cuerpos de protección civil.
Otro ejemplo de utilizar la IA en protección del Medio Ambiente es la conservación de los océanos por medio de la investigación sobre los cambios que les afectan derivados del cambio climático.
Un grupo de investigadores franceses está analizando la influencia del cambio climático por medo de modelos elaborados en 3D para analizar detalladamente el comportamiento de los océanos, esta información ha sido recogida por satélites a partir de teledetección.
La IA puede ser una gran aliada para la detención de microplásticos del océano, sin duda, limpiar y proteger los océanos del plástico que rodea al planeta es uno de los objetivos que buscan numerosos investigadores.
Los cultivos no están exentos de sufrir los múltiples efectos nocivos del cambio climático, inundaciones, sequías, bajas y altas temperaturas, ell clima extremo de los últimos años no cesa, repercutiendo directamente en las cosechas. No obstante, la IA está dando grandes avances a nivel global en lo que se refiere a la conservación, cuidado y predicción de la recolección de cultivos.
Otra vía de investigación abierta para el cuidado del medio ambiente es eliminar los desperdicios alimenticios con la ayuda de esta tecnología, considerando que se pierden o desperdician un tercio de los alimentos del mundo cada año. Si este hecho no se produjera, la población desnutrida del mundo tendría alimentos suficientes para alimentarse, por lo tanto la reducción de esta problemática mediante inteligencia artificial sería un gran beneficio ambiental, económico y social.
Queda mucho por explorar, la Inteligencia Artificial y el Medio ambiente son una unión que tiene mucho que ofrecer.