El 12 de Diciembre es sin duda una fecha simbólica y muy significativa para los católicos de México y otros lugares. Nuestra devoción a la Morenita, nuestra madre, es motivo para realizar una gran fiesta en su honor, lo que como toda fiesta trae consecuencias cuando la alegría se descontrola: toneladas de basura, alteración del orden y nerviosismo entre las mascotas, como los perros, por su sensibilidad a la pirotecnia.
La devoción a la virgen de Guadalupe es un símbolo de la identidad y espiritualidad mexicana, y se ha difundido más allá de las fronteras del país. En cada localidad que se celebra, las autoridades locales se enfrentan a problemas ambientales, lo que lleva a que la fiesta culmine como una problemática provocada por los asistentes a este lugar, como el exceso de residuos, generación de comida o uso excesivo de pirotecnia.
La deliciosa y rica reliquia que se regala en muchos lugares, hace que se aumente el uso de desechables que casi siempre son de unicel, catalogados como plásticos de un solo uso, que utilizan para comer en el lugar, o bien llevar a casa, pero al final sólo aumenta la generación de estos residuos. Si a ello le sumamos que estos residuos son dejados en bolsas en la calle, los perritos en abandono rompen las bolsas para comer algo de lo que quedó, dejando una distribución de plásticos por toda la calle.
Por otro lado, desde días antes, ya sea en los rosarios previos a la festividad o en la noche del 11 de Diciembre, la pirotecnia está al orden del día, que a pesar de generar partículas que quedan suspendidas en el aire, que pueden llegar a nuestros pulmones, causando enfermedades, el principal problema que genera es que altera los nervios de nuestros perritos o animales de compañía.
Por su sensibilidad auditiva, los canes se sienten alterados e irritados por los sonidos fuertes producidos por los cohetes que han sido detonados, al igual que por los truenos de lluvia, motores de auto y demás explosivos.
La Asociación Mexicana de los Derechos de los Animales reporta que año tras año recoge a cientos de perros que son encontrados deshidratados, insolados y con las patas lastimadas; se trata de animales olvidados, abandonados, o bien que se escaparon de casa por el miedo que les genera la pirotecnia.
Cerca de un lugar donde se venera a la Virgen de Guadalupe casi siempre existen áreas verdes, por esto es importante que en tu recorrido evites pisar o maltratar las plantas o arbustos, además de mantener en buen estado la áreas verdes y naturaleza que nos encontremos en el camino, es necesario respetar juntos nuestra casa común.
Siguiendo el ejemplo de nuestra madre, abracemos el corazón en oración para agradecer por los dones de la naturaleza que nos sustentan, y nos recuerdan su amor infinito, comprometiéndonos a cuidar y proteger nuestro planeta.
Recuerda que al visitar a nuestra Virgencita de Guadalupe para celebrar un aniversario más de sus apariciones a San Juan Diego, ella se le presentó en un lugar lleno de naturaleza, las rosas fueron su lenguaje, así que como seres humanos tenemos que honrar a nuestro planeta tierra que es responsabilidad de todos.
