El principal argumento para la construcción del segundo piso es agilizar la circulación vehicular actual y a futuro. Visto a la ligera –sin ver más allá de lo obvio, de lo visible, de lo que el gobierno quiere que veamos y sin escudriñar con seriedad sus repercusiones como a quién beneficia más allá de la circulación vial, y todo lo que el ciudadano común desconoce y no presta atención–, es una obra necesaria para los capitalinos, sobre todo para los que circulamos de Guadalupe a Zacatecas hasta Ciudad Administrativa y viceversa.
Es verdad. Hasta hace unas semanas la mayoría de los capitalinos estábamos acostumbrados a usar sólo el boulevard para atravesar la ciudad, sobre todo en horas pico, en medio de un caos desde la Unidad Académica de Ciencias de la Tierra, conocida coloquialmente sólo como Minas hasta más allá del Hospital del ISSSTE porque a pesar de que desde siempre ha habido vías alternas, pocos las usaban, sí así en pasado, eran poco transitadas, sin embargo, ahora, el propio gobierno acepta que las hay, las muestra y obliga a la ciudadanía a usarlas.
La Dirección de Policía Vial se ha puesto a trabajar en puntos estratégicos para “organizar y guiar” a los automovilistas para que despejen el boulevard, me ha tocado ver hasta cuatro agentes en un solo punto “dando vialidad”, enseñando a los que mueven algún vehículo cómo circular en las glorietas, por ejemplo, o cómo avanzar cediendo el paso a un vehículo.
Hasta conferencia de prensa hubo para “socializar” el plan de movilidad con el que se resaltan las otras vías para salir de la ciudad, cambiaron sentidos de circulación en más de una calle y los tránsitos –ahora llamados policías de vialidad– hacen su trabajo; sin embargo la obra, que según se informó hace un año se prolongarán hasta el 13 de abril de 2026 –oficialmente iniciaron el 28 de enero de 2024, sí hace un año, aunque no se notaba mucho, casi un año entero entre mediciones, discusiones, trámites… pero desde enero del año pasado ya se aplica la inversión de 3 mil 652 millones de pesos.
Como aún tengo un hijo en edad escolar, soy una de tantos automovilistas que atraviesan el boulevard temprano; siempre he procurado salir con suficiente tiempo. Recorro desde Calzada de la Revolución Mexicana hasta el paso a desnivel de la Secundaria Técnica 1, no salgo de madrugada, sólo 30 minutos antes para llegar antes de las 8:00 de la mañana a la secundaria y lo logro.
Ahora, con este desbarajuste vial y a pesar del esfuerzo por mantener la fluidez en el boulevard, es una locura atravesar ese tramito, sobre todo en las horas pico, por ello, desde que inició el bloqueo evito esa vía y sorpresivamente llego con muchísimo tiempo de sobra, es decir ¡las vías alternas funcionan!
Además del boulevard existen en ambos sentidos el libramiento de Tránsito Pesado, vialidad Manuel Felguérez y la Del Bote, las avenidas García Salinas y Solidaridad, el periférico entre otras, como vías alternas y creo que ahora más que nunca serán transitadas, incluso por aquellos que sólo conocían el boulevard.
El problema de los embotellamientos o circulación lenta en esta vía, en realidad no es nada del otro mundo, comparado con los problemas de vialidad de las grandes ciudades, porque el tramo conflictivo se cruza en 30 minutos y si se sale de casa con el suficiente tiempo, no hay problema, a menos que haya una manifestación o un lamentable accidente.
Sí, el viaducto elevado o segundo piso será muy útil a los capitalinos, pero sólo a los capitalinos, ¿y los zacatecanos de los restantes 57 municipios? Serán sólo 3.3 kilómetros de construcción en las que se invertirán 3 mil 652 millones de pesos; el corto tramo en construcción iniciará a la altura de la Escuela de Minas y termina en el distribuidor vial que une a Quebradilla, Las Palmas, La Minera y Lázaro Cárdenas, poco antes de Palacio Municipal.
La resistencia a los grandes cambios es natural, siempre la ha habido y creo que siempre la habrá. Será el tiempo quien diga si realmente el segundo piso traerá más bondades que penurias a los automovilistas, pero sobre todo a empresarios y comerciantes y que impacte realmente en el tan cacareado bienestar de todos los zacatecanos, sin importar si viven en Mazapil, Juchipila, Villanueva o Vetagrande… que no será sólo una obra para un sexenio.