En los últimos días se han estado presentando incendios forestales que nos hacen pensar en la calidad del aire de nuestro bello estado, ya que ha sido saturado de humo el cielo azul. A esto le sumamos el aumento del tráfico por las calles que se están modificando o la reducción de carriles en el boulevard, lo que nos hace pensar en qué condiciones de calidad del aire está nuestro país.
México ocupa el puesto 55 entre los países evaluados con peor calidad del aire. La concentración de contaminantes en territorio nacional supera entre tres y cinco veces el umbral recomendado por la OMS. En Latinoamérica, es el segundo país más contaminado, sólo por debajo de Guatemala y seguido de El Salvador, Perú y Chile.
Contrario a la creencia popular, de que la Ciudad de México no es la urbe más contaminada del país, este título lo ocupa la zona metropolitana de Ajalpan, en Puebla, que se encuentra en la posición 821 de las 8 mil 954 ciudades más contaminadas del mundo.
Diversas investigaciones estiman que la mala calidad del aire está vinculada con más de 5 millones de muertes anuales en todo el mundo, afectando especialmente a los países de ingresos bajos y medios. Implementar iniciativas como el uso de combustibles más limpios y estrategias de movilidad que respeten los estándares de la OMS es esencial para mitigar los efectos de las partículas PM 2.5 en la salud.
Aidan Farrow, científico jefe de calidad del aire en Greenpeace Internacional, advierte que el riesgo desproporcionado que supone la contaminación atmosférica y la inacción de hoy repercutirá en las generaciones futuras. Las referencias a actividades humanas como la quema de carbón y la deforestación subrayan la conexión entre la calidad del aire, el cambio climático y el mundo que dejaremos a las generaciones futuras.
Por su parte, Hammes reitera que “los datos sobre la calidad del aire salvan vidas, generan conciencia, informan decisiones políticas, guían las intervenciones de salud pública y empoderan a las comunidades y proteger a las generaciones futuras”. Entonces nos encontramos en un momento crucial para poder actuar.
México ocupa el puesto 55 entre los países con la peor calidad del aire, y la concentración de contaminantes supera entre tres y cinco veces el umbral seguro recomendado por la OMS, todo esto basado en el estudio World Air Quality Report 2024 de IQAir.
Este informe analizó datos de más de 40 mil estaciones de monitores de calidad del aire, ubicadas en 8 mil 954 localidades de 138 países y regiones. Se concluyó que el 91.3% de los territorios evaluados superaron los límites seguros de contaminación del aire, establecidos.
Dichos estándares sugieren una exposición anual máxima de 5 microgramos de PM5 (micro partículas contaminantes con un diámetro de 2.5 micrómetros o menos) por metro cúbico de aire, solo el 17% de las ciudades del mundo cumplen con estas directrices.
La contaminación atmosférica sigue siendo una amenaza crítica para la salud humana y la estabilidad del medio ambiente, sin embargo, una gran parte de la población desconoce sus niveles de exposición, menciona Frank Hammes, consejero delegado mundial de IQAir.
Los científicos aún no tienen claro cuáles de los contaminantes presentes en el aire aumentan el riesgo de padecer trastornos mentales y neurológicos. En 2024, la República de Chad, en África, encabezó la lista de los países más contaminados, con niveles de contaminación más de 18 veces superiores a los recomendados por la OMS. Bangladesh, Pakistán, República Democrática del Congo e India, son los cinco primeros lugares.
Aunque India no es el país con peor calidad del aire, alberga la zona metropolitana más contaminada del mundo: Byrnihat. De hecho, 35 de las 50 ciudades con más contaminación se encuentran en territorio indio y nueve en el país vecino de Pakistán. En contraste, Bahamas fue el territorio con el aire más limpio a nivel global, seguido de Bermudas, la Polinesia Francesa, las Islas Vírgenes de Estados Unidos y Puerto Rico.
La contaminación del aire es uno de los principales problemas ambientales y de salud pública en México y el Mundo, es un fenómeno inherente al estado económico, poblacional y tecnológico de toda sociedad. A su vez, es uno de los problemas más difíciles de comprender, evaluar, normar y controlar, entre otras causas, por la gran cantidad y variedad de las fuentes emisoras, la dilución y transformación de los contaminantes en la atmósfera y los efectos que tienen sobre la salud humana y los ecosistemas.
Para medir y evaluar el impacto de la contaminación del aire en la población y los recursos naturales es indispensable contar con sistemas, redes y programas, adecuados de medición de calidad del aire, quizás es momento de pedir a las autoridades la necesidad de establecer redes de monitoreo atmosférico para nuestra ciudad, que con el aumento de vehículos, construcciones que han modificado su traza urbana, o bien un día lleno de tráfico, sumado a los incendios que se han presentado recientemente, nos lleven a plantear estrategias para control de este indicador.
