Aunque ni siquiera imagino lo que los buscadores del Colectivo Luz de Esperanza hallaron en Jalisco, no me sorprende que exista una atrocidad de esas dimensiones. Son tantas personas las que desaparecen todos los días de todas partes de la República, que a ciencia cierta nadie sabe cuántas son, vaya, creo que ni siquiera las mismas autoridades lo saben con tanta manipulación de cifras e información a modo.
Tristemente sólo quienes de alguna forma son parte de esas estadísticas sienten el dolor, desazón y desesperación al no encontrar a su ser querido y conocen el horror que estas cifras encierran.
De acuerdo con notas periodísticas, el Colectivo Lupita Rodríguez estima que 2025 cerrará como el año con más reportes de personas desaparecidas en la historia de México; 2024 cerró oficialmente con 13 mil desaparecidos, un año antes, en 2023 la cifra fue de 8 mil; es decir las cifras van en aumento.
En este sentido, de acuerdo con Statista, hasta octubre de 2024, se habían registrado 10 mil 58 personas desaparecidas en México, la cifra más alta reportada hasta ese momento, el récord fue roto ese mismo año.
Statista, un portal web que ofrece datos estadísticos, informes y estudios de mercado de todo el mundo, reporta que el 69.3% de los casos de personas desaparecidas en 2024 son hombres.
Informa además que entre 2006 y 2023, más de 72 mil restos humanos fueron marcados como no identificados por morgues estatales, que en 2022, alrededor de 15 mil restos humanos procesados por las morgues no fueron identificados.
Debido a que los reportes de personas desaparecidas aumentan con desmesurado descontrol, parece que las autoridades han sido rebasadas y no atinan a dar respuesta a las demandas de búsqueda y localización de víctimas, ya no se diga atención a la gente cercana a ellas, lo mismo da si es por ineptitud, negligencia, complicidad o porque se trata efectivamente de un fenómeno que nunca se pensó siquiera que llegaría a tales dimensiones.
Por ello –de acuerdo con Statisa– las familias de las víctimas han formado más de 230 “colectivos de búsqueda” para investigar por su cuenta las desapariciones y fue justamente una de estas organizaciones de la sociedad civil la que halló los campos de exterminio y crematorios clandestinos en Teuchitlán, Jalisco, donde hace seis meses la fiscalía estatal no halló nada a pesar de que usó biombios caninos y retroexcavadoras.
El hallazgo es tan espantoso que inevitablemente, casi en automático, mi mente se situó en los campos de extermino nazis de la Segunda Guerra Mundial, ahora en pleno siglo XXI cuando pensé que los horrores de esa cruenta guerra quedaba en el pasado y que la humanidad había aprendido la lección y se había civilizado en medio de tantos adelantos tecnológicos y una modernidad que nos da muchas libertades que ni siquiera soñaron nuestros abuelos.
Con la magia de la tecnología he viajado en el tiempo y, en sendos documentales, he visto escenas inhumanas de restos humanos “amontonados”, maletas y más maletas saquedas con objetos personales que exhiben la intimidad de miles de seres humanos y cientos de zapatos de hombres y mujeres a quienes les fue arrebatada la vida infamemente.
Teuchitlán, Jalisco, es una aberración que como un agujero negro se tragó todo lo que el hombre pudo haber aprendido luego del extermino que hubo en Auschwitz y deshonrosamente, es en México como en Alemania donde también se hallaron restos humanos, una pila de efectos personales que tal vez den pista de quien estuvo ahí y de 200 a 400 pares de zapatos…
Hasta el 11 de marzo de 2025, la Comisión Nacional de Búsqueda tiene registradas 123 mil 808 personas desaparecidas y no localizadas; esta cifra evidencia una de las crisis humanitarias más graves en la historia reciente de México, donde se cuentan por miles los cuerpos que siguen sin ser identificados desde 2006.
Las instituciones encargadas de la búsqueda, identificación y atención a víctimas enfrentan grandes retos nada fáciles de afrontar y resolver. No todos están contentos con su desempeño, lo malo o lo peor es que este es un problema que no tiene visos de terminar, puesto que de acuerdo con el INEGI, desde 2006 en México todos los días desaparecen 14 personas para no volver a ser vistas.
Por lo pronto unámonos al llamado del Colectivo Luz de Esperanza para honrar la memora de las víctimas de Teuchitlán este sábado 15 de marzo.
