Luna Nueva: Maestros, unidad, historia y los Monreal

Este lunes, maestros y alumnos regresaron a las aulas tras dos semanas de paro magisterial. El movimiento gremial no sólo dejó una serie de logros laborales, sino que nos dejó a todos –gobierno y gobernados– una valiosa lección de vida que se resume en pocas palabras: la unión hace la fuerza.

Antes de este movimiento conjunto –secciones 34 y 58 del SNTE, SITTEZ, UAZ, Escuela Normal Manuel Ávila Camacho y organizaciones civiles que se oponen a la construcción del segundo piso–, que paralizó al sistema educativo de Zacatecas y a la capital del estado cada vez que marchaban, las manifestaciones de los pequeños grupos de sindicalizados de telesecundarias o de profesores estatales o de mentores de educación física, etc., no eran más que “un molesto zumbido” para las autoridades educativas y aparentemente nada para el Gobierno del Estado.

La diferencia estuvo en la unidad. Antes de que coincidieran sus intenciones, objetivos y molestias que los llevaran a unir fuerzas, a cada grupo de manifestantes le daban “atole con el dedo” y con un palmadita en la espalda regresaban a sus puestos de trabajo con la promesa de que se resolvería el conflicto que los había llevado a tomar las instalaciones de la Secretaría de Educación o bloquear unos minutos u horas, el boulevard.

Esta vez, los maestros fueron tomados con seriedad, al menos ante cámaras, pues más allá del compromiso que el gobierno firmó, sabe que fue observado muy de cerca por la ciudadanía (votos electorales) que además mostró un abierto apoyo al magisterio, aunque claro, con sus respetables excepciones.

En mis escasos 30 años de ejercicio periodístico, no recuerdo haber visto antes muestras espontáneas de apoyo de la ciudadanía en general a ninguna manifestación, al contrario y esta vez apoyaron llevando alimentos, agua, material didáctico y con mensajes de aliento y apoyo a los maestros en los grupos de Whatsapp de padres de familia.

Esa misma unidad, así por convicción, sin acarreos ni intereses ocultos o mezquinos es la que necesitamos como mexicanos o más localmente, como zacatecanos, para defender nuestras ideas, intereses y como lo diría la 4T, nuestro bienestar. Necesitamos unidos buscar conocimiento, documentarnos, investigar y leer para conocer nuestra historia, nuestro pasado, para saber elegir y no permitir abusos, imposiciones o situaciones que atenten contra nuestra dignidad, personal y colectiva.

Creo que así como la 4T capitalizó el hartazgo y desatención contra sus contrincantes políticos para hacerse con la victoria en 2018, el movimiento magisterial gozó de la simpatía ciudadana por las mismas razones. A pesar de que el magisterio influyó directamente en el triunfo electoral de David Monreal, el gobernador en ningún momento les dio la cara. Los maestros no merecieron ni siquiera unos minutos de quien en el pasado les pidió su apoyo y se comprometió a velar por sus intereses y bienestar.

Parece que a David Monreal de poco o nada le ha servido el ejemplo que tiene en casa; cuando Ricardo asumió la gubernatura de Zacatecas, uno de sus compromisos fue que gobernaría a puertas abiertas y se propuso públicamente a terminar con las molestas manifestaciones, que para finales de la década de los 90 del siglo pasado, eran numerosas… y lo logró. Con maestría y maña resolvió más de un conflicto antes de que estallara.

Para lograrlo hizo todo lo que tenía al alcance, mandar espías para adelantar la solución al conflicto, tomarse fotografías con este o aquel, estrechó las manos de sus opositores e incluso otorgó el famoso aguinaldo de 90 días a los maestros con tal de tenerlos contentos, aunque ahora, justo ese detalle sea parte del conflicto que su hermano no pudo resolver.

Arrastrados por la aplanadora que en 2018 llevó a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República, los zacatecanos llevamos a la gubernatura a David Monreal, sin voltear a ver sus antecedentes, recientes o antiguos y ahora pagamos la factura.

Además de lo que muchos califican como mal gobierno, el más reciente desatino de David Monreal fue el escándalo en el que se vio enredado como coordinador de Ganadería de la Secretaría de Desarrollo Rural, en el que fue señalado como responsable de un millonario fraude en la entrega de apoyos de lo programa Crédito Ganadero a la Palabra de la Sader, con la entrega de ganado enfermo; el caso ameritó la atención del prestigiado diario español El País que dedicó un reportaje que tituló El extraño caso de las ovejas dobles de David Monreal.

Ahora, luego de tantos yerros y desatinos, otro Monreal Ávila levanta la mano para gobernar Zacatecas, ahora es Saúl. ¿De verdad otro Monreal, de la misma mata, salvará a Zacatecas?

El pequeño de los Monreal también tiene cola que le pisen, muchos tal vez no lo recuerden, porque tendemos a olvidar lo que no es relevante en nuestra vida personal, algunos son demasiado jóvenes para saberlo, pero allá por 1994 Saúl y otro de sus hermanos, Luis Enrique, según consta en la prensa escrita, fueron aprehendidos acusados de abigeato, un delito calificado como grave.

De acuerdo con la nota periodística publicada por periódico Momento el 17 de marzo de 1994, los hermanos Monreal Ávila y otra persona, robaron cuatro becerros en la comunidad Puebla del Palmar, los trasladaron en un vehículo, propiedad de su padre Felipe Monreal y los llevaron a vender al rastro de Fresnillo.

El robo quedó asentado en el oficio 290 fechado el 15 de marzo de 1994, cuya investigación estuvo a cargo de la Agencia del Ministerio Público del fuero común; la orden de aprehensión se cumplimentó por la entonces Policía Judicial el 15 de marzo de ese año, sin embargo nada pasó, porque intervino Ricardo.

Es casi irrisorio cómo se olvidó ese “detalle” de la vida del más pequeño de los Monreal y es irónico que con un antecedente como este, unos años después, en octubre 2014, en un evento público en Villa de Cos, con una desfachatez que ya no asombra, Saúl Monreal, como oposición, demandó a las autoridades estatales atender el grave problema de abigeato en Zacatecas…

En el presente, ya está haciendo proselitismo “presentando su libro” y “anunciando obras” para municipios zacatecanos. No oculta su aspiración para gobernar Zacatecas.

Como vemos, la falta de memoria y las becas universales, nos llevan a tomar decisiones no tan benéficas para nadie.

Bien por el magisterio zacatecano. Ahora nos toca ser testigos de cómo se les da cumplimiento a sus logros y como en la escuela, llevamos tarea… “echémonos un clavado” a la historia reciente de la política local.

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