Acaba de pasar el Día de la Madre en México.
Y aunque muchas somos afortunadas que disfrutamos nuestra maternidad, porque contamos con una red de apoyo, la realidad es que ser mamá en México representa un gran reto, porque este rol se debe cumplir en medio de dificultades, carencias generalizadas y desatención del gobierno, lo que pone sobre los hombros de ellas una gran carga emocional, social y laboral, que muchas veces desgasta su cuerpo, su mente y su alma.
Los datos son fríos; pero contundentes.
En México hay 38.5 millones de madres; es decir, 7 de cada 10 mujeres de 15 años y más tenemos hijas o hijos. De estas, 3 de cada 10, son jefas de hogar. Lamentablemente, dos de cada tres mexicanas que son madres por primera vez tienen que renunciar a su trabajo remunerado.
En el país millones de mamás padecen “las de Caín” todos los días.
Ahí están las mamás de los 128 mil desaparecidos. Con sus recursos, sin apoyo de seguridad y a costa de su propia vida, buscan a sus hijas e hijos. En los últimos cuatro años fueron asesinadas 8 madres buscadoras; sólo en abril pasado hubo dos casos en Jalisco: María del Carmen Morales y Teresita González.
En muchos los hogares la violencia doméstica es grave para las progenitoras, porque enfrentan agresiones económicas, psicológicas y físicas, que en muchos casos llegan hasta el feminicidio.
La aportación de las madres en el bienestar de la sociedad sí es cuantificable. El valor económico del trabajo no remunerado en el hogar equivale a casi 87 mil pesos anuales, el triple de los hombres y representa el 26.3% del Producto Interno Bruto (PIB).
En su mayoría, las madres también son las “cuidadoras”, sin pago, de enfermos, personas con discapacidad y adultos mayores.
Las jóvenes, adolescentes y niñas madres enfrentan estigmatización social, abandono de la escuela y falta de empleo. Y las mamás profesionistas debemos romper techos de cristal y pisos pegajosos para crecer laboralmente.
Para las madres faltan programas laborales, de educación, salud, seguridad social y prevención de la violencia, entre otros.
En el marco del Día de las Madres reconozco su labor, puesto que a pesar de las adversidades cumplen con creces; pido justicia para las madres buscadoras; y exijo al gobierno federal políticas públicas para que la experiencia del embarazo, alumbramiento y crianza sea como debe ser: maravilloso.
