Zacatecas se ha caracterizado por ser un estado tradicionalmente expulsor de mano de obra, con una alta tasa de emigración hacia Estados Unidos, principalmente van en busca de oportunidades de empleo, que en mayor proporción se emplean en la agricultura, la construcción y los servicios.
Las condiciones diferenciadas de desarrollo en la entidad, aunado a las pocas oportunidades de empleo y el aumento de la inseguridad que se vive en Zacatecas, la emigración es una alternativa que ha venido creciendo y sobre todo de familias completas.
Aunque la condición migratoria de los paisanos es mayoritariamente legal, hay una cantidad de migrantes irregulares que aún no cuentan con los documentos legales para vivir y trabajar en el vecino país.
En cuanto a la recepción de remesas, es una fuente importante de ingresos para la entidad y el principal ingreso de muchos hogares, sobre todo cuando es la única fuente de ingreso familiar por lo que existe una alta dependencia de la recepción de las remesas jugando un papel fundamental para su sobrevivencia.
Ahora existe el temor de que se aplique el impuesto de 3.5% a las remesas y que se discute en el Congreso de Estados Unidos. De imponerse ese impuesto tendría un gran impacto en los flujos de remesas que afectaría a los hogares más pobres que dependen en mayor medida de esas transferencias, a su vez, disminuiría el consumo.
En el año 2024 el flujo de remesas recibidas en la entidad fue de 1,906.7 millones de dólares y significó el 10.5% del PIB estatal. El tipo de cambio y la inflación juegan un importante papel en las remesas ya que de esos indicadores depende el poder adquisitivo de esos ingresos, así como los indicadores de empleo en Estados Unidos.
Ante las políticas de deportación impuestas por el gobierno de Estados Unidos que desincentiva el flujo migratorio, más aún ahora que el presidente Donald Trump reforzó su programa de deportación masiva, ordenando intensificar los operativos para deportar migrantes en varias ciudades gobernadas por demócratas como Los Ángeles, Chicago y New York.
Dicha política migratoria ha afectado a las familias receptoras de remesas que utilizan ese recurso principalmente en cubrir necesidades básicas, aunque también está afectando la economía de Estados Unidos.
Durante el primer trimestre de 2025, Zacatecas contribuyó con el 2.9% del total de remesas recibidas en el país, manteniéndose en el doceavo lugar, registró una variación anual de 5.4% y se ubicó en el onceavo lugar.
En el año 2015 los principales municipios expulsores de mano de obra de Zacatecanos hacia Estados Unidos eran Fresnillo, Río Grande, Jerez y Zacatecas. Para el año 2020, Fresnillo recibía el mayor flujo de remesas, seguido de Zacatecas, Jerez, Río Grande, Juan Aldama y Tlaltenango.
En el año 2024 el orden cambio, Juan Aldama superó en 28.2% a Fresnillo en la recepción de remesas, pasando al segundo lugar Fresnillo, Zacatecas, Jerez, Tlaltenango y Río Grande. En el primer trimestre de 2025, los principales municipios receptores de remesas siguieron el mismo orden que en 2024.
La expulsión de paisanos de Estados Unidos es un problema difícil de resolver en el corto plazo para México, ya que en lugar de atraer nuevas inversiones que generen empleos y mejorar los servicios, todo se ha venido deteriorando, el sistema educativo, la salud y la seguridad.
No hay que olvidar la tragedia ocurrida a finales de marzo de 2023 en Ciudad Juárez en la que un llamado “Centro de Atención Migratoria” que no contaba con infraestructura ni las condiciones para acoger a los migrantes, más bien era una cárcel donde convertida en horno crematorio donde murieron calcinados 39 migrantes. ¿Seguirá el gobierno con esas “estrategias” criminales?
