Por más creadores de contenido

Ya sé que mil y un cosas se han escrito sobre la pandemia del COVID-19. Ya nada más nos falta un quizz donde introduzcas tu fecha de nacimiento, los últimos dos dígitos de tu teléfono y la batería de tu celular para que te digan cuándo te aplicarán la vacuna.

La verdad han sido como nueve meses de este 2020 con una dinámica muy diferente a otros años. Entre broma y broma, pasamos de la etapa del boom de los Live en Instagram, a la etapa de hacer el panqué de plátano (en todas sus variantes), a descubrir TikTok y sus múltiples aplicaciones (aunque hay todavía algunos como yo que ni siquiera hemos descargado la aplicación) y una larga lista de etapas.

Ahora que estamos en diciembre básicamente la atención se concentra en el calendario de vacunación contra el bicho, el cierre del ciclo escolar a distancia, las vacaciones en el godinato, las fiestas y reuniones familiares (por mucho que la autoridad insista en que no es momento de hacer fiestas, y neta, no es tiempo de hacer fiestas) y un recuento de lo que hicimos o dejamos de hacer este 2020.

En el peor de los casos, lo último que queremos es acordarnos de lo que ocurrió y lo que no sucedió este año, solo queremos que ya termine, como si el 1 de enero del 2021 ya se fuera a terminar la pandemia.

Pero en el fondo me pongo a pensar que esto del confinamiento, de estar encerrado tanto tiempo en casa, también motivó a muchos a aprender cosas nuevas, ya sea desempolvando los libros que había en casa, viendo la televisión, escuchando la radio, picándole a los streaming en Facebook o a las sugerencias aleatorias del YouTube o en Podcast o en muchas otras vías.

No fue en todos los casos, hubo quien invirtió su tiempo en otras cosas (finalmente cada quién decide a qué le da importancia en su vida), pero los que sí se aplicaron pudieron descubrir canales donde se enseñaban matemáticas paso a paso y hasta con retroalimentación.

También aprendieron de tecnologías caseras, a hacer composta, a sembrar un huerto familiar, a explotar el uso de aplicaciones en tendencia, abrieron sus negocios digitales, hasta empezaron a documentarse sobre la pandemia y aprendieron a distinguir entre la información confiable de las noticias falsas.

Yo no estuve exento de esta dinámica de aprendizaje, de hecho siempre he pensado que si algo me dejó la Universidad Autónoma de Zacatecas fue la importancia de la educación autodidacta. Pero para ello se necesita que alguien más te ofrezca ese conocimiento.

Por eso quiero aprovechar este espacio para agradecer y reconocer a todos esos creadores de contenido que nos han permitido aprender y seguir aprendiendo durante estos meses de pandemia. Gracias a ustedes mi ignorancia es menos, pero mi inquietud de saber es más.

Hace muchos años yo estudié una carrera en sistemas computacionales, pero como nunca le di seguimiento ni me actualicé en programación ni sistemas operativos, pues se me quedaron los conocimientos básicos y ya.

Tal vez ese conocimiento hoy me hubiera sido de mucha utilidad para tener una mejor plataforma de comunicación, pero mal que bien esto ha sido posible gracias a los tutoriales que preparó con mucho esfuerzo gente dedicada a compartir su conocimiento.

Desde aprender que no es lo mismo un dominio que un sitio web, o los pluggins para la construcción de un sitio, o los certificados SSL y hasta código HTML que en mi vida hubiera imaginado que tendría que utilizar.

Apenas tenía conocimientos básicos para programas de diseño y de pronto me veo manejándolos como si nada, lo mismo que programas de animación y diseño de video, plataformas para videoconferencias y hasta para realizar un streaming.

Todo esto lo aprendí de los contenidos que generaron otras personas, esa gente que dedicó tiempo, esfuerzo y recursos para compartir su experiencia y que más personas pudieran aprender. Es una especie de “maestro virtual” y aunque sean videos como los de Maire Wink, aprendes cómo no se deben hacer las cosas.

A lo mejor no seguí las etapas de aprendizaje como hicieron otros (desde hace años que preparo un panqué de plátano con especias riquísimo, pero no me ha despertado interés el TikTok, por ejemplo). Pero aprendí algo y eso es lo importante. ¿Usted, querido lector, qué ha aprendido este año pandémico?