Luna Nueva: Éxodo electrónico

Durante los últimos días, decenas de usuarios de WhatsApp migraron a Telegram, en términos cibernautas coloquiales la segunda aplicación de mensajería “toleó” a la primera y no precisamente porque la empresa se lo haya propuesto sino que la noticia de la actualización de la política de privacidad de WhatsApp provocó el éxodo electrónico.

No soy una experta en tecnología, lo admito, pero intento informarme, al menos un poco, siempre que me enfrento a algo que desconozco y este es al caso. Confieso que estuve a punto de, en automático, poner que acepto la nueva política de privacidad. Total, razoné, ya me tienen desde que instalé la aplicación en mi teléfono y en mi computadora, y también tengo Facebook, así que soy usuaria cautiva, me dije, pero algo me detuvo y no he aceptado.

La mayoría de las personas con quienes he platicado al respecto dan por sentado que quedarán expuestas sus conversaciones, las imágenes y archivos que manejen por esta aplicación, algunos incluso están enojados por las disposiciones sin tomar en cuenta que la aplicación es propiedad de una empresa privada, que nosotros pagamos por usarla y que si el dueño decide modificarla a otras circunstancias que le convengan está en su derecho, como también el usuario como consumidor está en libertad de abandonar ese servicio cuando no le convenga.

El problema es que el uso del WhatsApp se ha hecho tan común, que pareciera que es un servicio público al que todos tenemos derecho, pero no es así.

Hasta donde entiendo, no quedarán expuestas nuestras conversaciones, sino que lo que se verá “allanado” es la metadata. La empresa descarta cualquier tipo de filtración de datos privados, incluso afirman que seguirán trabajando con el mentado sistema de encriptación.

Con el uso de la metadata, sin embargo, tendrías prácticamente un chip que monitoree dónde estás y con qué contactos tienes comunicación, aunque no precisamente se tienen nombres ni contenidos de las conversaciones como sí lo es ya en Facebook, que al ser más abierta o pública, cualquiera que te tenga agregado ve lo que publicas. Y en esta plataforma son algoritmos los que dan seguimiento a tus movimientos y siempre te dan más de lo que buscas.

La comunicación en el mundo se ha revolucionado a niveles inimaginables desde hace 50 años. Con la aparición de la telefonía celular se abrió la puerta a un mundo de posibilidades que nuestros padres jamás imaginaron, menos nuestros abuelos.

Hoy se activa el GPS de cualquier dispositivo electrónico que llevemos y cualquiera que tenga interés en encontrarnos lo hará usando la tecnología. Quien quiera ver dónde estamos en tiempo real, le basta una videollamada, si delinquimos y las autoridades de procuración o ejecución de la justicia requieren la información que llevamos en nuestros celulares o dispositivos electrónicos en general, basta con que se emita una orden de un juez para ver toooodo lo que hacemos en redes sociales, con quién hablamos, nombres y apellidos, conversaciones, lugares que visitamos, etc. sin necesidad de políticas de privacidad.

Como dije, no soy experta en tecnología ni defiendo al gigante de la comunicación, pero se me ocurre pensar que al pretender conocer cierta información de los usuarios del WhatsApp, quieren mejorar su servicio o darnos más alternativas de uso y también usarlas para hacer negocio. No olvidemos que finalmente es de una empresa que genera dividendos para el propietario y para pagar salarios de cientos de personas.

En defensa de los enojados con la medida, solo diré que no tenemos claro a dónde parará o en qué otras cosas se usará esa información o cómo nos afectará.

Por lo pronto, lo que sí es real es que WhatsApp está perdiendo usuarios a una velocidad casi vertiginosa, mientras que se estima que Telegram ha acumulado unos 2.2 millones de descargas desde que se anunció la renovación de la política de privacidad de WhatsApp. También la aplicación Signal se ha beneficiado con más de 100 mil descargas en los últimos días.

Y por si no lo sabían, solo para que no los tome por sorpresa: Mark Zuckerberg también es dueño de Instagram.

2 comentarios en “Luna Nueva: Éxodo electrónico”

  1. Daniel Alejandro Puentes

    Excelente información. La verdad yo fui una de las personas que no le di la importancia adecuada a la notificación del cambio de políticas de whats app, y ahora pasó a ser una de las personas que abandonará la aplicación.

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