Mentiras, que me matan, que se ríen de mí

En muchas ocasiones quiero ver las cosas por el lado amable, incluso hasta me ando burlando de todo por la vida; en ocasiones, claro como todo el mundo la capa se me cae y quiero llorar horas y horas pero nel, gracias a la ciencia existen los psiquiatras y las píldoras maravillosas, pero hay cosas con las que de plano no puedo ni podré.

Desde hace un chingo de años me molestan profundamente las conductas machistas, las bromas que ridiculizan a las morras, a las feministas, a los miembros de la comunidad LGBT, a las personas con discapacidad, a las minorías en general y digo “un chingo de años” porque en efecto, también fui de esa bola de pendejos que hacía las bromas idiotas ¿Saben por qué lo hacía? Además de por pendeja, porque esa es una de las formas en las que violentamos desde la violencia en la que vivimos.

¿A qué mierdas me refiero?

Verán, ayer hice un post chiquitito en mi FB personal ya tarde (porque Godín que se respeta, respeta sus horarios laborales jiji) en fin, en ese post hablaba de la violencia sistémica, no me voy a meter en pedos de hablar de ZiZek o Gerber, o algunos de esos vatos con nombres de alto pedo, sólo diré que debido al entorno machista en el que vivimos, nos vemos envueltos por un sistema violento que forma parte de nuestros comentarios y de nuestro actuar, muchas veces de forma inconsciente porque en realidad lo vemos como algo natural.

Incluso muchas mujeres (yo fui una de ellas) ven como algo magnífico eso de decir “no tengo amigas porque los hombres son más leales, más chidos, más todo”, el pedo es que en ese “más mejor” nos acercamos a los vatos con la finalidad de ser distinta a las otras y ser la amiga chida de ellos.

Pero para ellos no siempre es así, si no es que nunca.

El sistema nos va acercando siempre a la celebración y reproducción de las conductas machistas, sin embargo, no es que seamos presos/presas de ellas, tenemos algo bien chido que se llama cerebro y podemos usarlo para aprender a identificar cada cosa que nos daña y sobre todo detenerla, tanto de víctima como de victimario.

La violencia sistémica se puede ver diariamente en situaciones que podrían pasar desapercibidas, pero esa mamada termina generando otro tipo vionecia.

Esta semana en Zacatecas fuimos testigos de muchísimas manifestaciones de violencia gracias a las campañas por la gubernatura y a la mano larga de David Monreal, candidato a Gober por MORENA; este hombre, mejor conocido últimamente como #LordNalgadas.

Tras la agarrada y la mano larga de David, obviamente salieron a su defensa quienes son sus simpatizantes o no lo son, pero ven la oportunidad de quedar en el contentillo de uno de los punteros sin importar lo absurdo de sus respuestas, entre ellas:

“La supuesta agredida ya dijo que no”

“No saben ni qué inventar”

“Por qué no les dices (diciendo a Claudia Anaya) que tú eres peor”

Lo peor de todo es que desde el partido inició una campaña en defensa de David Monreal, esta defensa va encabezada por mujeres, la primera de ellas fue Rocío Moreno (la afectada) diciendo que no permitirá que se use su imagen, sin entender que quien la usó precisamente fue el candidato a quien ella defiende, pero no es anormal.

En muchas ocasiones quienes hemos sido víctimas de acoso nos hemos vistas obligadas a callar y a veces hasta a defender a los cabrones, eso está mal y espero que un día se dé cuenta.

Otra fue la Senadora Chole, quien no tuvo empacho en referirse a tres de las candidatas al gobierno del Estado como “Hipócritas, falsas, superficiales, oportunistas, politiqueras…” y justo a esto me refiero que en muchas ocasiones como mujeres respaldamos a los hombres incluso agrediendo y violentando a nuestro propio género.

Posteriormente surgió la postura de otra de las candidatas a gober, Miriam García, quien abandera Fuerza por México, diciendo que sabe “de primera mano, de la honestidad y el humanismo que caracterizan a David Monreal”.

Claro que salieron cientos de mujeres en redes sociales defendiendo al hombre, quiero pensar que son bots y que esas mujeres no existen, que son bots manipulados por hombres que desconocen la gravedad de lo ocurrido y el impacto que tienen en cada una de las mujeres que hemos sido violentadas.

En verdad es lamentable que a pesar de la lucha sigamos metidas en una sociedad machista, que no todas podamos darnos cuenta del daño que hacemos y nos hacemos a nosotras mismas, pero se los juro compañeras, sí se puede mejorar y sí podemos salir de este agujero.

Ante todo el mierdero, lo único que dijo David fue “es mentira, mentira, mentira, mentira, mentira…”.

La única mentira que hay en esto es pensar que este hombre, que en lugar de disculparse niega lo que todos vimos, pueda entender la gravedad de la condición de violencia que existe en el Estado, para eso se necesitan ojos, cerebro y sensibilidad, no manos y negación.

1 comentario en “Mentiras, que me matan, que se ríen de mí”

  1. Buen análisis y sí dejando mal a la víctima y re victimizandola muchas mujeres.Terrible.
    Se ha criticado mucho a las candidatas a gobers que se manifestaron antes tal acoso o más bien violencia sexual por poder, pero para mí es lo correcto. Malo muy malo la actitud de las feministas al lado de Monrreal que se abrazan y cuentan con hasta asociaciones en apoyo a mujeres y niñas y ni pio dijeron.

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