El concepto de “Día Cero” puede tener múltiples aceptaciones. Actualmente se utiliza para asignar los lugares que se van a quedar sin agua en un futuro próximo, ya que sea por estrés hídrico, sobreexplotación o un mal manejo del recurso agua, apoyados por él calentamiento global y cambio climatico.
Los investigadores en el tema prevén que un cuarto de los países pueda caer en Día Cero en los siguientes años. Mencionan que uno de los ejemplos más claros es la ciudad de El Cabo, en Sudáfrica, la cual del 2015 al 2017 sufrió una sequía muy marcada.
La problemática que se presentó en dicho lugar es que depende de seis presas, las cuales se encontraron en un 20% de su nivel y se decretó que para 2018 alcanzaría el Día Cero. Afortunadamente, sociedad y gobierno trabajaron en conjunto y comenzaron a tomar iniciativas como destinar el recurso para lo más esencial, reduciendo incluso el agua que se destinaba para la agricultura.
Antes de cumplir el plazo estipulado ya estaban ahorrando aproximadamente 500 millones de agua al día para toda la zona, lo que permitió mover la fecha nuevamente, llegando la temporada de lluvia. Al día de hoy se encuentra en estatus “indefinido”. Pero la mayoría de los países con esta problemática se ubican en el Medio Oriente y África.
Hablando de México, aumenta día a día el riesgo de quedarnos sin agua disponible. En el país, 23 estados padecen estrés hídrico alto o extremadamente alto, lo que quiere decir que están ocupando toda el agua disponible. De acuerdo con datos del Instituto de Recursos Mundiales (WRI), al llevar la extracción casi al tope de los suministros, los 23 estados estarían precipitándose a una posible crisis.
Las entidades con estrés hídrico alto o extremadamente alto son las siguientes: Baja California Sur, Guanajuato, Ciudad de México, Aguascalientes, Estado de México Querétaro, Hidalgo, Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Nuevo León, Zacatecas, Morelos, Jalisco, Tamaulipas, Colima, Tlaxcala, Baja California, Michoacán, San Luis Potosí, Coahuila, Puebla y Durango. Esta organización Internacional otorgó a México la categoría de alto estrés hídrico, ubicándolo en la posición 24 de 164 en el mundo.
Actualmente al menos 8 de las 13 regiones hidrológicas del país manifiestan grados de presión altos o muy altos; la recomendación es no seguir en pausa, necesitamos volver al origen e invertir en la naturaleza. Así como se destina inversión en infraestructura de construcción, presas, bordos, acueductos, plantas potabilizadoras o de tratamiento residual, hay que promover la infraestructura verde, como puede ser un bosque, obras de conservación de suelo y agua.
La primera acción para evitar llegar a este Día Cero es la socialización del tema, es decir, que todos conozcamos el riesgo en el que nos encontramos y poder actuar en consecuencia.
Es necesario implementar planes integrales del manejo del agua, que incluyan la medición de consumo por edificio, casas, oficinas, mejora de instalaciones sanitarias, tratamiento de aguas residuales, cosecha de agua pluvial, infraestructura verde, entre otros.
La mejor estrategia es una campaña de sensibilización, educación y cultura del cuidado del agua, los ciudadanos debemos aprender un uso eficiente y estratégico del agua. No sólo está la mejora de instalaciones hidráulicas de sistemas de agua potable y alcantarillado, también podemos aportar desde casa con el uso equilibrado del agua, reparemos fugas, instalemos sistemas ahorrativos del agua, así como el mal uso del vital líquido.
Es un buen momento para adquirir conciencia de la dimensión del problema y, al mismo tiempo, exigir a las autoridades que fijen una política ambiental en torno al cuidado del agua, que se convierta en uno de los temas principales de las próximas administraciones.
Que analicen y propongan acciones para mejorar el sistema hidráulico de todo el estado, que establezcan la conservación de las cuencas, cosechas de agua, buscando soluciones sustentables y equitativas.
No es generar pánico, solo tomar medidas y utilizar el agua como lo hacen en muchos lugares de México: cultura del agua, reciclaje del mismo, hacer nuestro cálculo de gasto de agua por día en casa, darnos cuenta de que si no la cuidamos, no la podemos utilizar.
Por fortuna, tenemos un tiempo probable de llegar al Día Cero; recordemos que hay ciudades con poca agua durante meses enteros y segmentos de población que viven en esta situación permanentemente, de manera que hay que dimensionar correctamente el impacto inmediato de esta próxima situación y redimensionar el grave problema que enfrenta nuestro estado, de otra manera se puede llegar a este Día Cero.
Te admiro