Luna Nueva: Dignidad

Dignidad. ¿Qué es la dignidad? De acuerdo con algunas definiciones plasmadas en diversos diccionarios, la dignidad es: La cualidad que hace valer como persona digna, a quien se comporta con responsabilidad, seriedad y con respeto hacia sí mismo y hacia los demás y no deja que lo humillen ni degraden.

Y así, con dignidad, a pesar de todo lo que pudiera haber hecho o dicho, aunque no podría ser lo correcto, se retiró del primer plano de atención ciudadana la candidata que no ganó la elección a gobernadora porque tuvo menos votos que el ganador.

Como ofreció, respetó el resultado del cómputo, sin hacer “panchos” ni berrinches protagónicos, sin culpar a nadie de nada y sin humillarse ni perdiendo ni la compostura ni la dignidad. El duelo que seguramente hubo, lo pasó en la privacidad a la que tiene derecho.

Su actitud me trae a la mente el nombre de otro gran político mexicano, al que verdaderamente le robaron al menos una elección y no salió ni a tomar calles ni hablar necedades ni a culpar a nadie, aceptó los resultados y con dignidad siguió su vida. Un personaje digno, respetado y con calidad moral.

Seguro volveremos a saber de ella pronto por sus participaciones en la tribuna del Senado haciendo lo que sabe hacer bien: investigar, estudiar, evaluar, consensar, convencer para proponer o exhibir, según sea el caso.

Lejos ya de los dimes y diretes de las campañas, de los comentarios banqueteros de comadres de barrio y de los pleitos entre seguidores de uno u otro partido, cada quién se debe abocar a los suyo.

Los que participaron activamente en las campañas tienen el deber de comprender que la competencia terminó y que ahora quien resultó con más votos en la elección se debe quitar el traje de candidato –insisto– y empezar a organizar sus nuevas funciones que deben ser para todos por igual.

Esta reflexión me recuerda que somos admiradores empedernidos de las costumbres gringas, casi de todo, baste ver los nombres de los negocios con apóstrofe y toda la cosa sin que los propietarios sepan a ciencia cierta cuál es la función de esa “comita de cabeza” precedida de una S.

Además, ya no hay peluquerías, sino Barber, si alguien quiere ir de compras dice que va de shopping, es más frecuente ahora decir folder que carpeta, he oído incluso la palabra parkear (desconozco como se escriba la castellanización) en lugar de estacionar…

Vaya, hasta en los nombres de los niños se ve esa influencia, niños prietitos (dicho sin afán de ofender) y con apellidos Pérez, González, Ríos, López (los más comunes en la extinta guía telefónica), pero con nombres como Iker, Jason, Brighit, John. ¡Tengo una vecinita que se llama Anllela (así con doble ll)!

Entonces me pregunto: ¿Por qué no también imitamos esa costumbre tan gringa de que el ganador de una elección se convierte en representante de toooodos los ciudadanos? Según he visto (veo noticieros de televisión, leo periódicos y redes sociales) inmediatamente, al momento en que se declara triunfador a X o Y candidato, este asume el mando sin distingos políticos y todos lo reconocen y respetan como máxima autoridad (la excepción fue Trump, pero esa es una historia aparte).

Faltan dos meses para el cambio de poderes y no he oído, que no quiere decir que no lo haya hecho ya, que el gobernador electo haya salido a decir que asumirá con responsabilidad el cargo, que gobernará para todos, que mejorará lo que hay y que lo que ya no sirva lo cancelará o sustituirá.

No es malo que acabe con la corrupción, seguro la hay, de nada vale querer tapar el sol con un dedo, pero ojalá recuerde siempre que ya no es candidato, que será gobernante y como tal debe ser como el sol, que sale por igual para todos.

He visto el nerviosismo que priva entre los empleados de Gobierno que temen perder sus plazas laborales, la preocupación se percibe el aire.

En la elección no solo se jugó un puesto en el gobierno, sino el futuro de muchas familias y del desarrollo económico del estado, que depende en gran medida de Gobierno, directa o indirectamente, y si no me cree, observe: no solo los que trabajan directamente en alguna dependencia dependen de Gobierno, también los que venden una cosa u otra y dependen del salario de esos burócratas para que les paguen sus mercancías o empresas privadas que tienen convenios con algunas dependencias.

Deseemos buena estrella para los nuevos alcaldes, diputados federales y locales y por supuesto al nuevo gobernador, todos están por empezar a escribir una nueva era en la historia política de Zacatecas y de México.

Ya una vez lo dije, si no es fácil gobernar o hacer reglas (legislar) una casa en la que vive un puñado de gente, no ha de ser fácil gobernar un municipio, estado o país en el que son miles o millones de almas, pero por eso lucharon con uñas y dientes por ese cargo, ahora les toca hacer todo lo posible por pasar a la historia y memoria de los zacatecanos como los mejores gobernantes y legisladores que hemos tenido.

PD: Hablando de dignidad, leí que a siete años de la agresión, privación de la libertad y asesinato de los normalistas de Ayotzinapa, algunos de sus restos serán trasladados a Austria, donde en la Universidad de Innsbruck les practicarán nuevas pruebas genéticas para su identificación.

¡Por Dios y por dignidad! Ya dejen descansar en paz a esos muchachos y a sus familias. Ya son muchos años, ¿a quién castigarán ya si en su momento no lo hicieron?