Vivimos tiempos inéditos, donde al Presidente le incomoda la Ley. Tenemos ya más de 3 años siendo gobernados por un Presidente violador de leyes y derechos. Y estos días no han sido la excepción. El Gobierno tomó la decisión de reanudar la construcción del Tren Maya, argumentando que se trata de un asunto de “seguridad nacional”. Háganos el favor.
Esto es una clara intentona del Gobierno Federal para justificar la violación a la Ley, lo cual es realmente ilegal e inmoral. Constituye un desacato de una orden judicial, que en un país de derecho, como debe ser México, se castigaría con cárcel, y que, además, vulnera la relación y la autonomía que debe preservarse entre los distintos Poderes de la Unión.
La situación que se vive con el tramo 5 del Tren Maya muestra una vez más el autoritarismo con el que se conduce el Presidente de la República, desafiando al Poder Judicial, y despreciando la Ley y la legalidad en nuestro país. No se necesita ser docto en derecho para entender que legalmente ningún oficio administrativo, NI EMITIDO POR EL CONSEJO DE SEGURIDAD NACIONAL, puede anular amparos o suspensiones. Los jueces revisan a las autoridades administrativas, no al revés.
Por supuesto que este capricho del Presidente pone en riesgo áreas naturales protegidas. Por su puesto que este capricho no está pensando en la sustentabilidad y el cuidado del medio ambiente. Es por eso que diversas organizaciones ecológicas se han manifestado. Pero no menos grave es la opacidad en el manejo de los recursos y los indicios de corrupción. Fíjense ustedes:
En este momento, contra todo, hay un avance del proyecto de 28.38%. Perooo, ya se utilizó el 69.23% del recurso presupuestado; es decir, se deberá completar el 74.62% de la obra con 30.77% del presupuesto.
Datos de la Auditoría Superior de la Federación en la Cuenta Pública 2020, indican que el costo de la obra creció hasta 180,000 millones de pesos. La falta de planeación y el derrocho de recursos en el Tren Maya es verdaderamente insultante. Ahora se nos anuncia que habrá un sobrecosto de más de 90% en esta obra. Primero, se anunció que costaría alrededor de 120 mil millones de pesos; después, las proyecciones nos marcan que pasará de los 200 mil millones… es un derroche de recursos innecesario.
Por eso, insistimos en señalar que el gobierno tiene equivocadas sus prioridades: ha dedicado miles de millones de pesos de ingresos y deuda pública para financiar programas y proyectos sin pies ni cabeza. Mientras, el país y las y los mexicanos atraviesan la peor crisis de los últimos 20 años.
Para defender a México seguiremos las y los diputados de Acción Nacional señalando los errores del Presidente, pero sobre todo proponiendo cómo salir de este periodo de destrucción y opacidad en el que nos tiene sumidos.