La relación binacional México-Estados Unidos se enfrió poco a poco. Atrás quedaron los tiempos de cuando Donald Trump recibía al Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, con algo de calidez.
En el encuentro de la semana pasada, el mandatario de la nación más poderosa del mundo, Joe Biden, se mostró indiferente y aburrido con AMLO. No es fortuito. López Obrador con paciencia, cuidado y esmero quebrantó, más que nunca en la historia, la endeble relación.
Lo hizo al tardar en reconocer a Biden como Presidente de USA; negarse a sancionar a Rusia por la guerra contra Ucrania; criticar a funcionarios del gabinete americano; tratar de imponer la Reforma Eléctrica violatoria del Tratado de Libre Comercio; y, especialmente, al faltar a la Cumbre de las Américas, porque no se invitó a Cuba, Venezuela y Nicaragua y, hecho por el que propuso desmontar la Estatua de la Libertad.
Entonces, no había nada, o casi nada, que esperar del encuentro del martes 12 de julio en la Casa Blanca, cuyos temas centrales fueron la migración, inflación, seguridad y T-MEC.
Cómo iba a ver avances si la principal propuesta de López Obrador fue solicitar la entrega de visas temporales de trabajo para los mexicanos y centroamericanos migrantes, en lugar de pedir la conjunción de esfuerzos para generar empleos, combatir la delincuencia, detener la violencia, disminuir la inflación y apoyar el desarrollo de las naciones afectadas.
Por eso Biden le dijo “espérate tantito”. Además, para mantener la “buena relación” le pidió que México segua siendo el muro de EU y lo obligó a comprometer una inversión de 1 mil 500 millones de dólares para reforzar la frontera mexicana con acciones de la Guardia Nacional para contención de la migración indocumentada, que mayormente ya es de mexicanos. Como ejemplo está el tráiler de la muerte en Texas, en el que Zacatecas puso su “cuota”, pues de las 53 víctimas mortales, 27 eran mexicanos, de esas tres originarias de Estancia de Ánimas, Villa González Ortega.
Reflexionemos: si la estrategia de Abrazos no Balazos, los programas sociales y la política económica son tan eficientes como dice AMLO, ¿Por qué las y los mexicanos arriesgan la vida para cruzar la frontera? En lo que va de este año 380 mil migrantes mexicanos fueron detenidos. Más del doble que todo el año pasado.
¿En verdad vamos bien?