Personalmente concuerdo con el enunciado que define a la política como una actividad que permite la toma ideológica de decisiones para que, a través del diálogo y los acuerdos, se puedan solucionar de forma razonable y pacífica los problemas entre personas y grupos, a fin de construir democracia.
En el Partido Acción Nacional (PAN) siempre hemos actuado bajo esa premisa y guiados por la doctrina humanista, que reforzamos con trabajo pulcro y proceder de buena fe. Siempre buscando el bien común, el bienestar de las personas y el respeto a los derechos humanos.
Con esa intención en el Blanquiazul resolvimos unir esfuerzos con el PRD y el PRI para conformar la Alianza Va por Zacatecas. Estábamos y estamos convencidos que la unión hace la fuerza y que la coalición era la mejor estrategia para detener la destrucción del país y el presidencialismo de Andrés Manuel López Obrador. ¡Y estábamos en lo correcto!
Mi comentario es en razón de la polémica generada por la Gobernadora morenista de Campeche, Layda Sansores. Por eso, les presento mi posicionamiento ante esta situación que abre la posibilidad de que la gubernatura de Zacatecas hubiera podido ser negociada entre el PRI y el Senador Ricardo Monreal.
El PAN participó en la coalición de buena fe. La militancia panista teníamos nuestras reservas con algunos priistas; pero la alianza era necesaria. Realizamos un trabajo pulcro, ordenado y comprometido. Nuestra convicción es que Claudia Anaya representaba la mejor opción para Zacatecas. El electorado estatal debe estar seguro que el actuar del Blanquiazul fue responsable y honesto.
Por las develaciones de audios y chats de políticos mexicanos, en el PAN nos unimos a las voces que exigen transparencia y el esclarecimiento de todas las acciones que puedan constituirse como delitos.
Que las indagatorias inicien con la propia Gobernadora Sansores, para que informe cómo tuvo acceso a esos contenidos, que nos diga por qué no los entregó a la justicia y por qué violentó la presunción de inocencia; y que se le castigue por el uso de recursos públicos y del aparato de Estado para atacar políticamente a opositores al régimen.
En el Albiceleste también levantamos la voz para exigir que los órganos electorales investiguen, y en su caso, castiguen la presunta negociación de la gubernatura de Zacatecas, porque de haber sucedido los panistas también seríamos víctimas. Que se revise el proceder de Alejandro Moreno y de los hermanos Ricardo y David Monreal, para que se dé la certeza al electorado y a la candidata aliancista de que la voluntad popular fue respetada.