Mientras no se atente o viole ningún derecho humano o fundamental, la amplitud del concepto de cultura y su capacidad de inclusión nos permitirá tener una sociedad plural, igualitaria y equitativa.
Para poder legislar conforme a derecho y de manera pertinente, primero tenemos que conocer la materia de nuestra legislación. Revisar los conceptos de cultura, tortura, prohibición, abolición. Revisar la historia de las prohibiciones que ha experimentado la tauromaquia en nuestro país para determinar si es viable nuevamente la prohibición o si valdría la pena explorar y ampliar la regulación en materia taurina.
Nos hace falta conocer al toro bravo, conocer las particularidades de su crianza y desarrollo, el ecosistema que es una ganadería, la cantidad de flora y fauna que en ellas coexisten, los costos de la crianza del toro, sus requerimientos de espacio, su manejo, para poder protegerlos de la manera más conveniente.
Si queremos proteger a los asistentes a una corrida de toros de los daños que les causa el asistir, primero tenemos que conocer qué daños son, en qué consisten y como se pueden prevenir o tratar.
Si de lo que se trata es de proteger la sensibilidad de unos ciudadanos por encima de la de otros, tenemos que conocer qué derechos humanos o fundamentales se afectan al tener lugar las corridas de toros y la celebración de espectáculos taurinos, en qué consiste el derecho a la cultura, por qué la tauromaquia es cultura o por qué no lo es, esto claro, con documentos probatorios, con rigor académico y con enfoques multidisciplinariospara garantizar una panorámica más completa y menos imprecisa del asunto.
Cuál sería la finalidad de prohibir las corridas de toros bajo el supuesto de proteger la vida de los toros si después permitimos que se extinga esta raza por no tener un plan garantizado, viable y subvencionado por el Estado para la conservación de las ganaderías que son santuarios para otras especies.
¿Por qué proteger de morir en el ruedo a un porcentaje mínimo toros para luego dejar que desaparezca la totalidad de la misma?
Sirvan estas reflexiones para abonar al debate serio, fundamentado y sobre todo objetivo de lo que hay detrás de este prohibicionismo que recorre el país y que desde el ámbito legislativo pretende acotar el ejercicio de las libertades.
Pues está en juego el avance democrático de nuestro país precisamente en esta materia en el ejercicio de las libertades, y hoy por hoy la tauromaquia representa un ejercicio de libertades fundamentales, relacionado íntimamente con la cadena de valor y la derrama económica que genera, además de que su preservación representa un bien cultural e identitario y la defensa del toro de lidia como especie, por lo que es claro que la fiesta brava en México es una tradición ancestral, de enorme valor de diversidad y riqueza cultural de nuestro país.