Nadie conoce mejor la crisis que vive el sector salud de Zacatecas como las y los trabajadores de la Secretaría de Salud estatal. Son ellas y ellos quienes en estos dos años del Gobierno de David Monreal Ávila “han padecido las de Caín” para poder cumplir con su responsabilidad de atender a la población más vulnerable.
En una semana se cumplirán 24 meses del actual gobierno morenista. Y ese es, exactamente, el mismo tiempo que tiene el Sindicato de Trabajadores de la Secretaría de Salud denunciando graves irregularidades en la dependencia y la incapacidad de su titular Uswaldo Pinedo Barrios para dirigir el sector.
El Gobierno del Estado muestra una sordera inaceptable ante solicitudes tan justas, como la dotación de equipo y material de trabajo, mayor personal, seguridad pública, incremento salarial y asignación de plazas que den certeza laboral.
Sí, ninguna autoridad monrealista atiende a esos servidores que durante la pandemia fueron aclamados como “héroes” por arriesgar su vida para salvar la de otras personas. Hoy, nadie les escucha, ni su propio patrón David Monreal.
Al contrario, ha dejado que la problemática de las y los trabajadores crezca como bola de nieve, a tal grado que en varias ocasiones han tenido que tomar las calles para que se les voltee a ver. Eso precisamente sucede desde hace más de 80 días que están en manifestación y en los que el Gobernador ni su “gabinete de adorno” les dan una solución.
Esta semana, igual que la pasada, y la anterior, y la anterior, el personal de salud se volvió a movilizar en la capital zacatecana. Su clamor sigue siendo el mismo desde que inició este gobierno: la destitución del Secretario de Salud.
Inmediatamente a su nombramiento se le cuestionó por la duplicidad de funciones que realizaba, pues simultáneamente se desempeñaba como Secretario de Salud de Zacatecas y líder del Sindicato del IMSS.
Es decir, era juez y parte en los gobiernos morenistas, al fungir en el estado como autoridad y en la federación como trabajador. Papeles totalmente opuestos e incompatibles. Pese a la gravedad de la situación se negó a renunciar a la dirigencia del Seguro Social, donde permaneció hasta que culminó su encargo.
Otro momento candente de la gestión de Pinedo Barrios lo protagonizó durante la incorporación del Hospital de la Mujer de Fresnillo al IMSS Bienestar. El traspaso al Gobierno de la República del nosocomio operado por la Secretaría de Salud se dio en medio de acusaciones del sindicato por la entrega de bases laborales a trabajadores de poca antigüedad, en perjuicio del personal estatal con más de 15 años de servicio.
Las y los sindicalizados también han bloqueado las instalaciones de los Hospitales Generales de Fresnillo y Zacatecas, en demanda de la destitución de sus directores Vladimir Lorena Hernández y Mario Rodríguez Herrera, así como de otros funcionarios, debido a los malos tratos y acoso laboral hacia el personal.
En fin, la lista de irregularidades en el sector estatal de la salud es larga y hasta el momento no hay un ofrecimiento de solución ni respuesta a las demandas de quienes verdaderamente son quienes atienden a la población, a pesar de las carencias, los bajos salarios, la inseguridad y la falta de personal. Envío a esos héroes mi apoyo desde la Cámara de Diputados.