Eran casi las 12 del mediodía y todavía no llegaba el pan a la tienda de abarrotes de mi colonia. El gas se me había terminado, pero por el bloqueo en el boulevard era imposible que llegara el camión a surtirme o salir en mi auto a comprarlo por mi cuenta.
Cuando la señora Vero me dijo, “no ha llegado el pan por el problema que hay en el boulevard”, me arrepentí un poco de no haber llenado ambos tanques cualquier día, pero ya no había nada qué hacer, sino esperar que liberaran las vías de comunicación o comer tostadas de aguacate en lugar de las tortas de jamón y queso que habíamos planeado mi hijo y yo; ya rayaba el mediodía y sólo había desayunado un poco de fruta y café.
El bloqueo de este lunes obligó a cientos de personas a cambiar planes, modificar rutas de traslado y a “tragarse” corajes ajenos. Muchos llegaron tarde a sus centros de trabajo, a citas médicas o amistosas; otros tantos decidieron no salir para evitarse complicaciones y algunos tuvimos que cambiar de menú…
Las afectaciones fueron diferentes para unos y otros, pero la mayoría en Zacatecas capital y Guadalupe padecimos de una forma u otra la falta de capacidad del gobierno en turno para destrabar un conflicto añejo que va creciendo como bola de nieve.
La mayoría de la población permanece al margen de los conflictos laborales que se enfrentan en gobierno, porque no le importa la política ni quién gobierna, sino que vive enfocada en sus vidas: las amas de casa en hacer rendir el gasto, los señores, en su rol de proveedores en llevar lo suficiente a sus familias; los estudiantes en hacer sus tareas escolares; los mecánicos enfocan su atención en reparar los autos que sus clientes les llevan, igual que los carpinteros y así puedo mencionar todos los oficios, profesiones y ocupaciones… pero este lunes todos tuvieron algo en común: les afectó igual la obstrucción del boulevard, aunque a la mayoría le importe un pepino quién gobierna, cómo lo hace y qué conflictos debe sortear el gobernante en turno.
Al ciudadano común y corriente lo que le importa es que el dinero le alcance para tener un verdadero bienestar, sin embargo, un bloqueo como el del lunes afectó a todos por igual.
La verdad es que bloqueos como este no deberían ocurrir, no creo que los que participan activamente en ellos la estén pasando bien. Sé de algunos que temen perder su empleo, pues aunque se diga que hay libertad de expresión, las autoridades sienten que están perdiendo el control y el acoso laboral es evidente; el gobernador David Monreal salió a decir que indemnizará a quien lo deseé con más del 100 por ciento que le corresponde por ley, en un descarado insulto a los miles de trabajadores que quedaron desempleados al inicio de su gobierno y que aunque llevan procesos en el Tribunal Laboral, no los han indemnizado; además, a los jubilados y pensionados del Issstezac que siguen esperando el pago de sus prestaciones, algunos con laudos ganados a su favor; también es un insulto para los campesinos que no tienen un seguro catastrófico y que están viendo cómo se pierden sus cosechas y así puedo seguir con la lista…
La movilización no ha terminado. A los trabajadores de la fiscalía les están aplicando justo en este momento los exámenes de control y confianza, de los que depende su permanencia en sus empleos… en los hospitales generales de Fresnillo y Zacatecas faltan insumos, personal, medicamento y en ambos el hostigamiento laboral es pan de todos los días, según dicen.
No soy partidaria de buscar o apoyar conflictos, pero estoy convencida de que a veces es necesario llamar la atención. Lo que pasa en el sector salud no es secreto para nadie, pues todos hemos necesitado de un servicio y no pocos se han topado con que no hay algún medicamento, que le posponen alguna cita porque no hay médico o que no se hace una intervención porque no hay tal o cual material.
De la fiscalía se vino diciendo desde el año pasado que no tienen recursos suficientes ni para desarrollar sus quehaceres, que no tienen vehículos en buen estado, que necesitan esto o aquello, entonces no es de extrañar que lo último en ser atendido sean las demandas laborales desde hace años.
Contradictoriamente, insisto, como contradictorio resulta que niegue un aumento salarial porque “no hay con qué”, pero sí haya para liquidar a quien lucha por mejoras laborales, cuyo movimiento fue calificado de politiquero y ahora hasta resulta que los trabajadores de la fiscalía son los culpables de los terribles niveles de inseguridad que tienen sumido a Zacatecas en un evidente atraso… ¡Por favor!, que alguien le diga al gober que en la fiscalía no se sale a combatir la inseguridad, ahí se procura la justicia, para combatir la inseguridad hay otras instancias. Por favor, no confunda a la ciudadanía.
Dicen ahora con palabras pomposas que el conflicto no es sino una invitación para superar debilidades, habría que aplicarlo en la Nueva Gobernanza, es su oportunidad de reivindicarse con la gente y atender con seriedad los conflictos que ya “explotaron” como olla exprés y al mismo tiempo, hacer camino para evitar algunos otros y así nadie, por ningún bloqueo, llegue tarde a su trabajo, deje de surtir mercancías o se quede sin su torta de jamón.
Lamentable situación vivimos hoy día, en un país sin rienda donde se ven solo los intereses de aquellos funcionarios, y no voltean a ver el pueblo en crisis. Ayer vi un comentario del sr gobernador David Montreal, donde decía que los trabajadores se quejan porque los ponen a chambear, y que no es verdad faltan insumos, creo le han informado mal, trabajan sin equipo necesario para dar el servicio correspondiente, no es posible trabajen bajo amenazas y exponiendo su integridad física, con tal de mantener si puesto laboral. Que vergüenza busque excusas sr, en lugar de dar soluciones.