Como zacatecana y como panista, es para mí un orgullo constatar el gran compromiso que la aspirante de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, tiene con Zacatecas. Así lo demuestra la determinación de arrancar en esta entidad su campaña presidencial.
Durante décadas Zacatecas fue abandonado por los gobiernos federales. Ni en los sexenios de los “amigos presidenciales” se nos ha dado la atención que merecemos. En la administración de Enrique Peña Nieto se dijo que nos iría muy bien. No fue así.
En este gobierno de la destrucción se promovió exacerbadamente que Andrés Manuel López Obrador nos apoyaría incondicionalmente por ser “amigo” del Gobernador David Monreal Ávila. Y es todo lo contrario. La federación no ha traído nada a Zacatecas: no hay recursos, no hay obra pública, no hay apoyo al campo, no hay desarrollo económico y no hay seguridad ni paz social.
Con su presencia, Xóchitl Gálvez demostrará su compromiso para Zacatecas. No es sólo discurso, son hechos concretos que nos dan confianza de que esta vez sí habrá un verdadero apoyo, para saldar en poco la deuda histórica que hasta ahora nadie ha pagado; y sí, creció.
Hay una demanda en específico que la propia aspirante de la coalición del PAN, PRD y PRI ha dicho que desea saldar con México: la seguridad pública.
El mensaje que mandó al pueblo mexicano es esperanzador. Promete que pronto terminará la larga noche de violencia que ha dejado miles de asesinatos y desaparecidos. Ella sí está dispuesta a enfrentar a los delincuentes.
Nos da alegría que así lo establezca, luego de casi seis años de impunidad, muerte y sangre derramada por todo el territorio mexicano, debido a la actitud de brazos caídos del gobierno federal por la fallida estrategia de “Abrazos no balazos”, para dejar crecer a los cárteles delincuenciales.
Por los nulos resultados en el combate a la inseguridad, ahora sabemos que ese era el propósito, porque hasta la DEA investigó los presuntos nexos del Presidente López Obrador, familiares y allegados con líderes del narco. Investigaciones que, ya nos queda claro, no se concluyeron por cuestiones de índole de política internacional, no por carencia de dudas razonables.
Las palabras de Xóchitl Gálvez son especialmente trascendentales para las y los zacatecanos, porque anunció que a las 12 de la noche, arrancará oficialmente su campaña presidencial en la ciudad de Fresnillo, Zacatecas, municipio donde la gente tiene más miedo en el país. El 97 por ciento de su población dijo que vive con miedo.
Y yo agregaría que en Fresnillo salir a la calle es en verdad riesgoso; pero, la realidad es que los delincuentes entran impunemente hasta las casas para asesinar y secuestrar, porque las autoridades estatales y, en su momento las municipales de esa población, encabezadas por la familia Monreal han fracasado en su obligación y traicionado a la gente.
Por fin en México vemos la luz al final del túnel. Por fin hay una aspirante que quiere pacificar al país. Por fin habrá una presidenta que volteará a ver a Zacatecas, reconocerá su aportación al desarrollo del país y trabajará para construirnos un futuro confiable, como el que todas las zacatecanas y todos los zacatecanos anhelamos.