Luna Nueva: La sombra de la muerte

Aunque no debería ser sorpresa para nadie, la sequía que ha azotado al país, en especial Zacatecas, ronda el territorio nacional como una sombra de muerte.

Echemos un vistazo muy, muy resumido de cómo el campo zacatecano terminó 2023 de acuerdo con datos oficiales de la Secretaría de Agricultura: siendo un estado eminentemente agropecuario, debido a la falta de lluvias sólo el 35% de la superficie de temporal se pudo sembrar, 250 mil hectáreas sembradas de frijol se perdieron; sólo 10 mil hectáreas fueron sembradas en los cañones de Tlaltenango y Juchipila, región que por sus características geográficas y de humedad permitieron cultivar la tierra.

En general, 60% de la tierra cultivable de Zacatecas no tuvo condiciones de siembra por la falta de lluvia, sólo de calabaza se perdieron 10 mil hectáreas y 60% de la producción de forraje fue afectada por la falta de agua, razón por la que al menos la mitad del hato ganadero debió malbaratarse para evitar pérdidas por muerte.

Las tierras de riego también sufrieron la falta de lluvias, pues las presas no registraron una captación óptima, por lo que sólo 50% fue sembrada.

El panorama para este año no es muy diferente, pues los pronósticos de lluvias no son muy alentadores y las presas de todo el país están muy por abajo del 50% de su capacidad, según reporta Sistema Nacional de Información del Agua, Monitoreo de las Principales Presas de México.

No me atrevo a afirmarlo, pero creo que la soberanía alimentaria de México está en serio peligro, el agua falta y no hay programas ni del gobierno federal ni estatal para subsanar ni la falta del líquido ni de alimentos, pues pomposamente siguen presumiendo que todo está bien.

Durante todo el sexenio, AMLO privilegió el petróleo (Refinería Dos Bocas), el Aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya y la repartición de becas (para asegurarse de que lo recordaran como el paladín de los pobres) que el agua, fuente de vida y de riqueza…

Nunca fue prioridad para el Presidente el sistema hídrico de México, ahora que se va, menos.

Analistas estiman que a la fecha el Tren Maya registra un sobrecosto de 228%, al tercer trimestre de 2023 se habían gastado en éste 148.2 mil millones de pesos; sólo en el programa de becas de Jóvenes Construyendo el Futuro se han gastado 115 mil millones de pesos; para Dos Bocas se habían presupuestado 8 mil millones de dólares, a la fecha, de acuerdo con analistas especializados, se terminarán gastado entre 16 mil millones y 17 mil millones de dólares, es decir, más del doble.

En contraste, a pesar de las sequías recurrentes en el país y que, por ejemplo, el año pasado México sufrió el embate una ola de calor sin precedentes, para este 2024, el gobierno federal redujo 13% el presupuesto para la Comisión Nacional del Agua (Conagua) con respecto al año pasado.

El presupuesto para la Conagua este año suma 63 mil millones de pesos, menos de la mitad de lo que el Gobierno Federal destinó a Pemex; 140 mil millones de pesos.

Para el ciudadano común tal vez todo esto son sólo cifras, palabrería, números, choro, verborrea que no le importa… pero deténgase un poco y vea por usted mismo cómo es que nos está alcanzando la sombra de la muerte a todos, no sólo a los campesinos y sus siembras y ganado, también en las grandes ciudades afecta la falta de lluvias y de inversión, pues al no destinar dinero para los sistemas de agua, estos siguen siendo obsoletos, con fugas, con tuberías obstruidas por sarro de años por lo que las redes de distribución no son suficientes.

Si cree que miento conteste para sí: ¿cada cuándo hay agua en su casa? ¿Cuánto paga por el servicio? Y si no tiene agua, ¿cuánto cuesta una pipa para abastecerse? ¿Es barato un garrafón de agua purificada?

Además de eso, no hay que perder de vista que los alimentos que consumimos todos, en el campo o la ciudad, ricos y pobres, del partido verde, rosa, azul o blanco, hombres y mujeres, afines al gobierno o no, provienen del campo y dependen del agua y sí, hasta esos que compramos envasados en latas en el supermercado, por si inocentemente creen que esos no necesitan de las lluvias…

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