El pasado lunes se conmemoró el Día de la Madre Tierra. Se realizaron foros, conferencias, pláticas, exposiciones y video conferencias, entre otras actividades.
Hoy me gustaría contarles un pequeño cuento para las niños y niñas de casa, espero su ayuda porque los pequeños y pequeñas son el presente, pero también el futuro de nuestro planeta. Por eso, debemos enseñarles a cuidar el medio ambiente que nos rodea y de todo lo que lo que nos regala nuestra Tierra.
En una reunión en el Universo se encontraban la Luna, el Sol, los planetas, así como las osas Mayor y Menor. Estaban esperando a la Tierra.
– La Tierra tienen mala cara, dijo la Luna al verla acercarse.
– ¡Tienes razón, está muy apagada!, dijo el Sol.
– He escuchado que la gente que vive en ella no la cuida nada bien, dijeron las estrellas.
– Creemos que está enferma, comentaron las osas.
Se acercan a la Tierra para preguntarle qué pasa:
– Hola, Tierra. ¿Te encuentras bien?, preguntó la Luna.
La Tierra la miró con los ojos llenos de lágrimas y no pudo contestar.
– ¡Nos estas asustando, Tierra! ¿Qué te pasa?, preguntaron de nuevo las estrellas, preocupadas.
– Cuéntanos, hablaron todos al mismo tiempo.
– Creo que las personas no son conscientes del daño que se están haciendo, contestó por fin la Tierra afligida.
La Luna, el Sol y las dos osas la miraron calladas esperando que continuara hablando.
– Los hombres están quemando bosques, talando árboles, llenando el mar de basura, exterminando a los animales, dijo sollozando de nuevo la Tierra.
– El calentamiento global, está deshelando mis polos ¿Cómo no se dan cuenta? ¡Están destruyendo la naturaleza!, dijo tapándose la cara, que ahora lucía colorada y con los ojos llorosos.
Unos niños, que estaban jugando en la calle, escucharon la conversación.
– ¡Tierra, Tierra! No llores más, por favor, gritaron con todas sus fuerzas para que los oyera. La Tierra volteó a verlos con lágrimas:
– Díganme, pequeños.
– Nosotros te vamos a cuidar, contestaron los niños. ¡No permitiremos que mueras!, prometieron con voz temblorosa. Confía en nosotros, contestaron los niños, vamos a plantar arbolitos, cuidar el agua, no contaminar con basura nuestros campos, lagos, lagunas y mares, porque sabes, Tierra, no tenemos un planeta B, sólo estas tú, lo más importante vamos a decirles a nuestros padres que cambien su forma de vivir, que queremos una mejor Tierra, la Tierra que todos vamos a cuidar.
La Tierra, el Sol, las estrellas y las osas completas se pusieron a gritar: ¡no todo está perdido! El presente de la Tierra son los niños y niñas que se dan cuenta que todos estamos en equilibrio, al dañar a uno, nos dañas a todos.
No es necesario esperar que el cambio climático sea más severo con nosotros, el Huracán Otis, que se presentó en año pasado en Acapulco, cambiando de categoría de una manera asombrosa, nos enseñó que la naturaleza está cambiando.
No se puede pensar que tenemos el mismo comportamiento que hace 5, 10 o 15 años en los fenómenos naturales, en otros lugares se han presentado granizadas atípicas que han causado destrucción en diferentes lugares. En la última semana se presentó una inundación en Dubái, que todavía no se entiende de una manera científica por qué se dio.
Los fenómenos antes mencionados sólo se podrían observar en una película llamada “El Día Después de Mañana”, donde se presentaban éstos y más fenómenos naturales, terminando con una gran helada de la mitad del planeta, dejando bajo hielo a la otra mitad.
No esperemos a que esta película se haga realidad, cuidemos a nuestra Madre Tierra, no dejemos que el futuro sean nuestros niños y niñas, el futuro somos todos, es tarea de todos cuidar a nuestra Madre Tierra. Comparte tus ideas de cómo la podemos cuidar, sanar y conservar.