Eco-feminismo

El Día Internacional de la Mujer se conmemoró el 8 de Marzo. Marchas, protestas, cantos, pintas, entre otras cosas se realizaron, pero ¿has escuchado hablar del “Eco-feminismo”, o “feminismo ecológico”?

En el contexto social, los temas medio ambientales, como la igualdad de género, han crecido de manera importante, por lo que el Eco-feminismo se conforma como una mezcla de estas dos corrientes y adquiere cada vez más fuerza, convirtiéndolo en un movimiento social y teórico al mismo tiempo.

Para poder definir este concepto es importante entender las dos partes que conforman esta palabra: ECO, derivado del griego “oikos”, o “casa”, que se refiere al estudio y el cuidado del medio en el que vivimos.

Por otro lado, encontramos “Feminismo”, que puede definirse como un movimiento socio político cuyo objetivo es alcanzar la igualdad real entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de la vida.

Con esto podemos entender que el eco-feminismo es la forma de alcanzar la igualdad de género, atendiendo además el cuidado del medio ambiente.

¿Esto en qué se traduce? ¿De qué temas concretos se ocupa el eco-feminismo?

El Eco-feminismo es una de las corrientes teóricas y prácticas que pone atención al desarrollo económico de los grupos dominantes ha promovido a una explotación desmedida de la naturaleza y cómo esto afecta de manera especial a las mujeres.

Surge a partir de movimientos feministas que ponen especial atención a los dualismos, entendidos como pares de opuestos con desigual valor que se habían originado en la cultura patriarcal.

Le da especial atención a la relación entre naturaleza, mujer y economía. Lo inician mujeres que tienen una fuerte conciencia ecológica y que denuncian que históricamente el sistema patriarcal ha equiparado a la mujer con la naturaleza, cosa que podría haber sido una posición de poder, pero ha sido desvalorizada.

Entre las prácticas que se derivan de este movimiento se pueden mencionar la promoción del parto natural o la extensión de la lactancia materna, la creación de comunidades de empoderamiento y la autogestión de las mujeres, sobre todo desde los países con mayores índices de pobreza.

También existen diferentes tipos de eco-feminismo:

  • Feminismo esencialista: es el que potencia las cualidades maternales para fomentar la vida y el cuidado de la naturaleza, considerando estas cualidades como importantes para contrarrestar la crisis ecológicas; está basado en la diferencia biológica, donde dice que los hombres al no tener la capacidad de procrear, hace que dependan en gran medida del cuidado femenino y de su energía.
  • Feminismo Espiritualista: este cuestiona la idea de desarrollo de los países de primer mundo, que provoca injusticias y explotación especialmente a las mujeres y a la naturaleza de los países no desarrollados. Este tipo de eco-feminismo es el que mayor fuerza tiene. En esta corriente se busca el acceso de las mujeres a la producción de bienes por medio de  mantenemos como fuente de control y equilibrio del medio ambiente y el desarrollo alimentario. Es decir, conecta la emancipación de las mujeres con la conciencia ecológica y las prácticas de cuidado.
  • Feminismo Ecologista: surge en reacción y crítica a las propuestas anteriores; hace notar la relación de las mujeres con la naturaleza, así como la explotación del sistema patriarcal; se ha experimentado en distintas maneras.

El eco-feminismo no solo es la manera en que la explotación de la naturaleza afecta de manera particular a las mujeres, sino que se atribuyen responsabilidades a los grupos que monopolizan los recursos naturales y el auge de la economía capitalista.